El sueño de Isamar Cabral siempre fue enseñar y amaba mucho a cada uno de sus alumnos en la ciudad de Loreto (Concepción). “De lunes a viernes, ella hacía un recorrido de 30 a 35 kilómetros para poder llegar de una escuela a otra. Siempre estaba dispuesta a ayudar, siempre estaba con una hermosa sonrisa con la que conquistó a todos sus alumnos y que aún la recuerdan”, recordó su amigo cercano Pedro Martínez en entrevista con La Nación/Nación Media.

“Podemos decir que la querida Isamar descansa en paz”, dijo el también docente, tras darse a conocer, el miércoles pasado, la sentencia contra los dos criminales que truncaron la vida de la joven de 28 años, el 26 de abril de 2022, con el fin de apropiarse de su vehículo, cuando Isamar salió de la escuela San Rafael para dirigirse a dar clases a sus alumnos del nivel inicial en otra escuela rural en Cañada Lourdes.

Martínez afirmó que la maestra constantemente estaba capacitándose y que se ganó su puesto laboral con mucho sacrificio como todo docente rural. “Su muerte marcó mucho al departamento y a los docentes de todo el país, porque se dio dos días antes del Día del Maestro (30 de abril), día que se merecía celebrar”, resaltó.

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RECORRIDO EN MOTO

Pedro indicó que en sus primeros años en la docencia, Isamar hacía el recorrido en moto y que ni las fuertes lluvias, tormentas o el intenso calor hicieron que ella flaqueara para llegar a dar clases y que, con mucho sacrificio, pudo comprarse un auto, que fue el móvil del cruel crimen.

“Ella se movilizaba primeramente en una moto y, cuando llegó ese fatídico día, ya tenía su propio auto, que luchó mucho para comprar. Era una persona llena de ilusiones, tenía muchas ganas de trabajar, muy rápidamente conquistó a todos con su bondad y amabilidad”, relató.

PAZ PARA SUS PADRES

El docente indicó que con esta condena tal vez no devuelva la gran pérdida que representa la trágica partida de la joven profesional para la institución, colegas y sus padres, pero trajo un alivio para sobrellevar la situación. Además de saber que nadie más pasará por lo mismo. “Nos vamos conformes y con una cierta paz. Esperemos que llegue esa paz para su madre doña Norma y su padre don Miguel, que no van a recuperar a su amada hija que fue segada por manos de estos criminales”, puntualizó Martínez.

ASÍ OCURRIERON LOS HECHOS

Según una cocinera, una de las testigos principales del caso, aquel 26 de abril de 2022, Isamar salió apurada pasadas las 11:00 porque tenía que llegar a tiempo a la otra escuela y no llegó a almorzar, pero llevó ese día la comida en una vianda. En el trayecto, la joven de 28 años fue emboscada por los acusados, cuyo fin era robarle su automóvil, pero la asesinaron y su cuerpo fue abandonado al costado de un camino a 100 kilómetros de donde fue vista por última vez.

El jueves 28 de abril, dos días después de su muerte, fue demorado Germán Clavelino Larrea, quien fue el encargado de llevar el automóvil de la educadora desde Loreto a Yby Yaú, supuestamente a pedido de Hilario Gayoso Duarte. en cuya vivienda fue hallado el vehículo. Mientras tanto, toda la comunidad de Loreto se unía masivamente para despedir a la maestra y reclamar justicia para su memoria.

El último miércoles 24 de abril, a dos días antes de su aniversario de muerte, un tribunal emitió la condena de 22 años años de cárcel para Hilario Gayoso Duarte, de 42 años, y de 25 años de cárcel para Germán Clavelino Larrea, de 33 años, los criminales que acabaron con la vida de la profesional.

DECLARARON 51 PERSONAS

El tribunal integrado por Teresa Concepción Jara Morel, Jovino Ramón González Alcaraz y Shirley Morales Escobar corroboró que el hecho de robo con resultado de muerte fue organizado y perpetrado con premeditación por los acusados. La lectura de la sentencia completa fue programada para el 2 de mayo a las 12:30. La jueza Jara Morel, presidenta del tribunal, realizó la argumentación de la sentencia refiriendo que declararon 51 personas, así como se presentaron 87 pruebas documentales y 3 pruebas periciales, además de una pericia solicitada por el cuerpo de magistrados, en el marco del juicio.

Como dijo Pedro, la recordación del Día del Maestro tendrá un gran vacío para la comunidad educativa de Loreto, aliviada por el acto de justicia, pero evocando la sonrisa de Isamar hacia sus alumnos y sus sacrificios que tuvieron por motor la pasión por la docencia, como cientos de maestros rurales que siguen luchando por un mejor Paraguay.

Isamar se ganó los corazones de sus alumnos y compañeros. Foto: Gentileza


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