Los familiares de un recién nacido denunciaron presunta negligencia médica en el Hospital General de Luque tras percatarse que el cuerpo del fallecido presentaba lesiones en varias partes e inclusive tenía las piernas flexionadas.

Hicieron relatos escabrosos sobre la forma en que fue entregado el cadáver, que supuestamente pidieron primero un recipiente a la abuela materna para trasladar el cuerpo que finalmente fue depositado en un ataúd en el que para tener cabida se habría doblado las pequeñas piernas de la criatura. El Ministerio Público ordenó la autopsia a fin de determinar la causa de muerte del pequeño. Sobre el punto dio su versión el director del hospital Luis Verón, quien aseguró que el bebé ya estaba muerto en el vientre de la madre y cuya causa debe ser investigada por los intervinientes.

“Es de una señora que llegó con 39 semanas de embarazo, los controles prenatales se estaba haciendo en el Hospital de Trinidad. Llegó al hospital y el bebé ya no tenía signos vitales, fue una expulsión ya de un bebé sin signos de vida. Y por las características que se ve que llevaba unas horas que no tenía más latidos la criatura”, relató Verón a C9N. Dijo que los rasgos que aparecen en la piel del menor obedecen a las condiciones en que se produjo el nacimiento de la criatura. “Yo no soy obstetra, pero hablando con el jefe del servicio me dijo esos son rasgos que aparecen después de unas horas de la expulsión de un feto sin signos vitales”, mencionó.

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