A un día de un nuevo inicio del ciclo escolar es importante incentivar en los docentes, padres y estudiantes la práctica de hábitos saludables, así como en la necesidad de realizar el control médico integral, promover una alimentación saludable y estar atentos para prevenir la adquisición de enfermedades y mantener la salud.
Desde el Ministerio de Salud se insta a realizar un control médico integral, tener las vacunas al día y cuidar varios hábitos de higiene, como comer y dormir bien.
En cuanto al control médico integral es importante realizar un examen físico, la evaluación de la visión, de la audición y de la salud bucodental, a fin de detectar y tratar cualquier condición de riesgo y realizar la inspección que certifique la condición de salud para la realización de actividades deportivas en el ámbito escolar. Se debe acudir a la consulta con el pediatra portando la libreta de salud del niño y de la niña y la libreta de salud de la y del adolescente.
El Ministerio de Salud ofrece estos servicios en forma gratuita en los establecimientos de salud más cercanos a su domicilio.
En cuanto a las vacunas, Salud recuerda que es responsabilidad de los padres y cuidadores principales que los estudiantes acudan al inicio de clases con su esquema de vacunación completo según la edad, a fin de disminuir los riesgos de adquirir alguna infección inmunoprevenible.
HÁBITOS DE HIGIENE
Con relación a los hábitos de higiene es importante que los padres controlen que los niños y adolescentes duerman como mínimo 8 horas diarias para un mejor desempeño escolar.
Insistir en el lavado de las manos en la escuela antes y después de comer, de utilizar el baño y de los juegos recreativos.
Realizar el baño diario, mantener uñas cortas y limpias y la inspección de la cabeza en busca de parásitos (piojos y liendres). Además, cuidar los pies manteniéndolos limpios, secos –evitando la humedad entre dedos– para impedir la aparición de hongos y bacterias.
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Con la Ley Hambre Cero se garantiza ahora la alimentación de los niños escolares
El viernes 5, último día hábil de la semana pasada, el Poder Ejecutivo dio la puntada final a las disposiciones que garantizan la alimentación de los niños de las escuelas públicas. Promulgó la Ley Hambre Cero en las Escuelas, y ahora se aguarda la reglamentación que se deberá realizar para su aplicación. La norma será un instrumento muy útil para asegurar la alimentación de 1.300.000 chicos que van a las escuelas públicas y que no eran alcanzados por la aplicación de la ley anterior, que cubría de hecho solo a unos 200 mil menores, por la mala administración e incluso la deshonestidad de algunos intendentes municipales, gobernadores departamentales y otros funcionarios.
La nueva disposición corrige los defectos estructurales de las normas que regían anteriormente e, incluso, prevé sanciones contra los que cometan abusos con el dinero destinado a los alumnos. Incluye también el Arancel Cero, que favorece a los estudiantes universitarios, que dependerá de los recursos del Tesoro, de Fuente 10. Con lo cual se cubren todos los requerimientos del sector estudiantil que depende directamente del Estado.
Con la nueva ley se crea el Fondo Nacional de Alimentación (Fonae) y el Consejo Nacional de Educación. El Fonae se encargará de centralizar y controlar el uso de los recursos destinados a la adquisición y distribución de la alimentación escolar, y el Consejo se ocupará de la aprobación del presupuesto de los fondos y el control del uso de los recursos para comprar alimentos. Esta fiscalización será fundamental para evitar los desvíos del dinero público, como ha ocurrido con el anterior sistema.
Con el Fonae se quiere evitar los abusos que se han producido con el Fonacide, que será remplazado, ya que debido al descontrol de los fondos que permitió y la deshonestidad de muchos funcionarios, nunca se logró el objetivo de alimentar a todos los escolares. Un ejemplo claro de lo que se quiere evitar y no permitir es que, con el Fonacide, en más de diez años de funcionamiento, solo se pudo alimentar a alrededor de 200.000 niños de los 1.300.000 a los que estaban destinados. Como han señalado los expertos, ese sistema perjudicó a más de 1.000.000 de estudiantes de las escuelas públicas en su proceso de aprendizaje y en su desarrollo físico e intelectual.
La nueva ley tiene una trascendencia fundamental, ya que, por fin, se les dará a los menores los alimentos que requieren y que hasta ahora eran derivados a otros objetivos. Los niños son y deben ser siempre la prioridad para una sociedad como la paraguaya en que un gran porcentaje de la población no tiene suficientes recursos para asegurar la nutrición infantil.
La aprobación de la norma por el Legislativo, que posibilitó la promulgación, es un espaldarazo a la iniciativa del Gobierno, que está interesado en saldar la cuenta que se tiene con los más jóvenes de nuestra sociedad, que sufren las carencias provocadas por la pobreza y la anterior mala actuación de los organismos estatales.
“Celebro la madurez política de la mayoría para tratar con la seriedad necesaria y sin sesgos este proyecto clave para el desarrollo de nuestro capital humano e instalar a la alimentación escolar universal como un programa fundamental de nuestro país. Es innegable que un programa de esta envergadura siempre trae consigo cuestionamientos que nacen de legítimas inquietudes y es entendible. Por eso nos tomamos el tiempo para aclarar punto por punto cada una de las dudas”, señaló el presidente Santiago Peña en las redes sociales.
El ministro de Educación y Ciencias (MEC), Luis Ramírez, expresó que la norma es un logro importante para el Paraguay, porque va a posibilitar que la gente pueda avanzar hacia mejores condiciones.
“Esta ley suma, no saca lo que ya hay”, resaltó. Ya que permitirá que en las zonas del país donde necesitan más, tengan más. “Esta es una ley que trae más. Ese es el criterio, ese es el concepto, y por eso estamos muy contentos de que podamos ya empezar a trabajar”, observó.
Ahora lo que resta es trabajar con toda la fuerza para hacer que realmente 1.300.000 niños del país puedan derrotar el hambre y la desnutrición para dedicarse a su crecimiento intelectual y educativo sin trabas.
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Asegurar la alimentación de los escolares hasta que rija la ley de “Hambre cero”
Comenzó el año lectivo en la totalidad de las escuelas y colegios, cosa que involucra fuertemente a toda la sociedad paraguaya como pocos acontecimientos. Es un hecho que constituye un nuevo desafío, tanto para las autoridades, los educadores y los padres para enfrentar el sagrado compromiso de educar de manera adecuada a los más chicos de nuestra sociedad, a fin de prepararlos para lo que los espera en la vida.
Así como para una familia, la formación de los hijos es una de las tareas más importantes que tiene, alimentar a los niños es para la sociedad y el Estado uno de los compromisos de mayor envergadura. Y lo debe enfrentar con medidas adecuadas a fin de cumplir su obligación jurídica y legal de proteger y ayudar a todos los miembros de la comunidad nacional. Para ello los organismos públicos tienen recursos monetarios provenientes de los impuestos que paga la ciudadanía y funcionarios técnicos preparados para dirigir la tarea educativa.
Una de las entidades estatales encargadas de vigilar la utilización de los fondos destinados a la alimentación escolar acaba de recordar a las gobernaciones y municipios su obligación de dar la alimentación adecuada a los escolares, de acuerdo con las normas vigentes y el presupuesto que se les otorga para ese fin.
La Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) instó a las autoridades departamentales y municipales a realizar con prontitud las licitaciones para la obtención de los alimentos destinados a los chicos en edad escolar de sus respectivas jurisdicciones. La celeridad es para que los alumnos no esperen mucho tiempo para alcanzar la merienda o el almuerzo escolar y no se pierda tiempo para dar esa ayuda fundamental. Esa alimentación está destinada a cubrir los 180 días de clases que tienen los estudiantes en todo el año calendario.
El mensaje de la DNCP sostiene que es imperativo que las gobernaciones y las municipalidades tengan en cuenta su responsabilidad de gestionar la provisión de la alimentación escolar, habida cuenta que el proyecto de ley de “Hambre cero” está todavía en estudio en el Poder Legislativo y no se sabe cuándo entrará en vigencia. Hay que remarcar que la alimentación escolar no debe suspenderse por la existencia de una futura nueva ley, porque no se eliminan los programas alimentarios ya contemplados para este año. No están derogadas las normas existentes, que están en plena vigencia, por lo que se les debe dar cumplimiento cabal para la nutrición de los escolares. No deben dejar de hacer lo que están comprometidos a realizar con los fondos que se les trasfiere.
El proyecto de ley de “Hambre cero en las escuelas” lo presentó el Poder Ejecutivo el 29 de enero último y pretende universalizar de manera equitativa la alimentación de los chicos que van a las escuelas públicas del país. Establece una serie de medidas para asegurar que la comida llegue efectivamente a todos los afectados y no solo a un pequeño porcentaje, como ha ocurrido hasta ahora. Reemplazará al anterior sistema que todavía está vigente y cuya aplicación se debe mejorar para que se cumpla el objetivo de ayudar a la nutrición de los niños.
La propuesta del Ejecutivo propone la creación del Fondo Nacional de Alimentación Escolar (Fonae), que reemplazará al Fonacide existente, para blindar los fondos destinados a la nutrición de los niños e impedir que se los puedan utilizar para otros fines, como ha estado ocurriendo por el abuso de algunos municipios y gobernaciones. Hay varios casos de escandalosos manejos del dinero para la alimentación que están actualmente en la Justicia. Se estima que en todo el país son 1.300.000 los escolares que van a las escuelas públicas para quienes se destinan los recursos alimentarios. Y hasta el año pasado la cobertura era ínfima, pues los alimentos solo llegaban para 200.000, lo que constituye apenas el 15 % del total, lo que de hecho es una vergüenza y demuestra la necesidad de cambiar con rapidez ese sistema por otro que asegure que la comida llegue efectivamente a los alumnos. Teniendo en cuenta esta realidad dolorosa es que resulta muy oportuna y necesaria la recordación imperativa hecha por Contrataciones Públicas a los organismos del interior del país que se encargan de distribuir los alimentos.
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Kits escolares ya fueron entregados
Ayer viernes, el ministro de Educación, Luis Ramírez, acompañó al presidente de la República, Santiago Peña, a la entrega de los kits escolares y a la inauguración de aulas construidas por la Municipalidad de Cambyretá en el Colegio Nacional Jardín del Sur y la Escuela Básica n.º 4007 Sagrado Corazón de Jesús. Durante esta actividad, el ministro destacó el trabajo en conjunto que permitió la entrega en tiempo récord de materiales escolares.
“Hoy el 100 por ciento de los kits ya fueron entregados, ya están en las escuelas más de 1.500.000 kits. Esta semana están partiendo para los alumnos paraguayos en Argentina. Es realmente emocionante, es un logro, porque llegamos con dos meses de atraso en las licitaciones y, sin embargo, trabajando en equipo y mostrando que la educación es el centro, logramos la entrega total en territorio paraguayo 15 días antes del inicio de las clases”, indicó Ramírez.
En cuanto a la inversión en infraestructura, señaló que en muchos de los casos se están cosechando los frutos de inversiones anteriores que afortunadamente permiten ir renovando las estructuras de más de 120 escuelas y colegios en todo el país. Agregó que es un paso significativo en la modernización y aclaró que son conscientes de que deben seguir impulsándola para contrarrestar las falencias.
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Apurar la ley de “Hambre cero” para alimentar a los escolares necesitados
Para que la alimentación escolar diseñada por el Gobierno se cumpla en las instituciones educativas, apenas comenzado el año lectivo, el proyecto de ley correspondiente tendría que tratarse rápidamente en las cámaras legislativas antes del inicio del periodo ordinario, el 1 de marzo, en sesiones extraordinarias. De ese modo la revolucionaria idea de alimentar a 1.300.000 alumnos se podrá ir concretando con mayor rapidez para favorecer a los niños del país. Cualquier tardanza perjudicará a miles de chicos que necesitan ser mejor alimentados para garantizar su rendimiento escolar. Las clases comenzarán en las instituciones estatales el 23 de febrero.
Para poner en marcha con rapidez el programa “Hambre cero” proclamado por el presidente de la República nada mejor que practicar la burocracia cero en todas las instancias, tanto en el Congreso, en el Ministerio de Educación y Ciencias, como en las gobernaciones e intendencias municipales de todo el país. Todo el tiempo que se aguarde seguirá vigente el sistema actual que solo permite alimentar al 15 % de los niños de las instituciones educativas de la nación, hecho que constituye una situación vergonzosa que no tiene que continuar.
Para que se tenga una idea exacta del sistema actual que se quiere acabar, hay que señalar que de los 180 días hábiles en que se desarrollan las clases, el Fonacide solo cubre 40 días para la alimentación. Las 140 jornadas restantes los alimentos brillan por su ausencia y los niños ven frustradas sus ganas de comer de manera adecuada. Esos días sin comida son una situación vergonzosa que no se puede seguir permitiendo. No hay que admitir ningún pretexto político, burocrático ni de ninguna laya que siga hambreando a los niños del país.
Esto lo deben comprender los funcionarios involucrados en el tema, como los gobernadores de los departamentos del país y los intendentes municipales de todos los municipios, muchos de los cuales han manifestado públicamente su oposición al proyecto. Y no lo han hecho por el noble sentimiento de apoyar a los niños, sino por el egoísmo de que ya no tendrán la plata que recibían y que muchos administraban de una manera impropia. “Prácticamente del 25 % va a llegar al 70 % de cobertura”, manifestó el gobernador de Itapúa, Javier Pereira.
Por su lado, el intendente de Caacupé, Diego Riveros, manifestó su satisfacción por la medida del Gobierno: “‘Hambre cero’ es un proyecto que nos pone muy contentos y es lo que nosotros esperábamos hace rato como intendentes”. Y agregó: “Qué paraguayo no va a estar de acuerdo con que en las instituciones educativas se pueda entregar la alimentación escolar los 180 días calendario”, afirmó.
El ministro de Educación y Ciencias, Luis Ramírez, explicó que para la elaboración del proyecto se estudiaron normas que regulan la alimentación escolar de varios países y, junto con gobernadores e intendentes, analizaron la experiencia exitosa de Brasil y Portugal, que se buscará aplicar aquí. Para ello se creará el Fondo Nacional de Alimentación Escolar (Fonae) y se eliminará el Fonacide.
El plan estatal de llegar a todos los estudiantes con la alimentación que corresponde tiene que tener el apoyo ferviente de toda la ciudadanía, y en especial de los políticos y funcionarios, que están para servir al país y a quienes se les paga para ello. Una actividad tan noble como darles de comer adecuadamente a los más chicos y débiles de nuestra sociedad no merece el reparo de nadie, bajo ningún pretexto, como lamentablemente está ocurriendo en algunos casos.
El proyecto del Ejecutivo tiene que recibir la colaboración activa de las clases políticas que asumieron la responsabilidad de conducir el país. Y eso debe suceder para que nunca más un niño asista a la escuela con el estómago vacío y el alma dolorida.