El programa de almuerzo y merienda escolar fue diseñado para atenuar en gran medida el déficit alimentario que presentan los niños y niñas en edad escolar. Su implementación ha sido uno de los grandes aciertos del Gobierno en mandatos anteriores. Sin embargo, y pese a la intención, aún hoy sigue teniendo un bajísimo alcance pese a los montos destinados en los últimos 10 años, gracias a los fondos destinados para ellos (entre el Fonacide y recursos genuinos del Tesoro), lo que da la pauta de que buena parte de los recursos se ha dilapidado.

De acuerdo a los datos del Ministerio de Educación, el almuerzo escolar hoy solo alcanza al 13 y 15 por ciento de los alumnos (alrededor de 200.000 alumnos), cuando el universo de estudiantes a nivel país es de 1.300.000 alumnos. Este porcentaje no se condice con los recursos destinados para la educación y, específicamente, al programa de alimentación para miles de estudiantes.

Un reciente informe elaborado por la Contraloría General de la República (CGR) pudo constatar un rosario de irregularidades en la administración de los millonarios recursos que administran el MEC, gobernaciones y municipios.

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SUFICIENTES RECURSOS

En 10 años, entre el 2021 y 2022, el Estado paraguayo recibió G. 17,9 billones (3.252 millones de dólares) en concepto de compensación por la cesión de energía de Itaipú, que destina parte de esa suma al Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide). En el mismo periodo, el Ministerio de Hacienda transfirió recursos en concepto de "

Alimentación escolar” al Ministerio de Educación, a los gobiernos departamentales y a las municipalidades un importe total de G. 4,001 billones (USD 553 millones). De este total, el MEC recibió el 25 por ciento (G. 1 billón que serían USD 139 millones), las municipalidades el 25 por ciento (G. 1 billón) y las gobernaciones recibieron el 50 por ciento (G. 1,9 billones que serían 275 millones de dólares).

Alguna de las anomalías contenidas en el informe de la CGR destaca que de 180 días de clases, los niños solo reciben alimentos por 30 días en total, según lo había señalado el propio contralor, Camilo Benítez, durante una comparecencia ante el Congreso. En distritos como en Fram (Itapúa), durante el 2022 los alumnos recibieron la provisión solo por 82 días de clases. Es decir, se constatan numerosos casos en que las raciones están muy por encima de la cantidad de alumnos que tiene una institución, como es el caso de un colegio asunceno.

MENOS PLATOS

También en algunas instituciones educativas el ente halló que sirven menos platos para la cantidad de alumnos que existe y con asistencia presencial. En la escuela República de Cuba solo sirvieron 331 raciones de alimento, pero estaban matriculados 468 alumnos y alumnas. También se destaca la poca ejecución de varios de los municipios, situación que repercute directamente en la provisión de los alimentos.

Es decir, más de 550 millones de dólares fueron disponibilizados a comunas, gobernaciones y la cartera educativa para que menos del 15 por ciento de los estudiantes reciban su ración de comida. Con esta enorme hemorragia administrativa es hasta lógico que estudiantes mal alimentados pueden rendir menos en las escuelas y tengan problemas de aprendizaje.

En los últimos años, esta provisión de alimentos se ha constituido como uno de los negocios más lucrativos, atrayendo considerable interés de los empresarios que se dedican a este rubro. Sin embargo, a estas jugosas licitaciones solo llega un reducido grupo de empresas que en varias ocasiones repiten y repiten la provisión.

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