A través de un decreto, el Poder Ejecutivo declaró como prenda de utilización preferente oficial del Gobierno el tejido de origen nacional aopo’i e instó a los funcionarios públicos y altas autoridades del Estado a utilizarla durante la temporada veraniega, por lo menos una vez a la semana, logrando dar un destaque preferencial a esta prenda y al trabajo de miles de artesanos que hay detrás de este tejido típico nacional.

“Este tipo de reconocimiento genera fuente de trabajo y les da de comer a muchísimas familias, de eso nosotros vivimos en la comunidad. Los jóvenes tienen la posibilidad de estudiar gracias al aopo’i, a la artesanía y con este decreto no queda más que agradecer al presidente de la República por habernos tenido en cuenta”, indicó Carina Cabral, presidenta de la Comisión de Aopo’i de Yataity, en conversación con La Nación/Nación Media.

Recordó que durante la edición número 26 de la Expo Aopo’i habían hecho el pedido tanto al presidente como a la primera dama de dar un espacio más representativo a los artesanos para lograr el repunte de la producción y que tras esto inmediatamente la primera dama, Leticia Ocampos, visitó la zona para conocer el trabajo de las diferentes familias de artesanos, remarcando que durante este gobierno existe el compromiso de dar un realce a la artesanía y a la cultura paraguaya.

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“La verdad es que esta noticia es muy importante para nosotros, porque esto no le beneficia solo a dos o tres artesanas, sino a toda la comunidad, porque es algo demasiado grande, porque cuando no demos abasto vamos a tener que ayudarnos entre todos, porque yo sé que se van a generar más pedidos y fuentes de trabajo”, subrayó en otro momento Cabral.

AUMENTO DE PEDIDOS

La artesana señaló que inclusive desde la socialización del decreto ya se ha visto un aumento importante en los pedidos y consultas respecto a las camisas de aopo’i, en especial por parte de empresas privadas que buscan prendas hechas 100 por ciento de este material como otras que prefieren apliques decorativos.

“La confección de una camisa que es de aopo’i duraría unas dos semanas aproximadamente, pero después tenés los bordados para las blusas, los apliques para otras telas que no son de aopo’i para prendas más renovadas, ya que también nos innovamos y tratamos de actualizarnos, según los gustos de cada cliente”, indicó Cabral a LN.

Explicó que este tipo de apoyo por parte del Estado es clave para los artesanos, teniendo en cuenta que en el caso de la comunidad de Yataity del Guairá, donde aproximadamente el 80 % de la comunidad depende de este trabajo, la promoción, producción y venta constante de sus productos siempre es un desafío.

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