El Dr. Julio Torales, categorizado en el Nivel II del Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores (PRONII) del Conacyt, en conjunto con otros profesionales realizaron un estudio sobre la salud mental categorizándola en niveles de floreciente, moderada o languideciente, y explorando sus conexiones con la esperanza, la resiliencia y la felicidad subjetiva.
Los resultados mostraron que aproximadamente uno de cada cuatro participantes (21,2 %) experimenta una salud mental languideciente, asociada con puntuaciones más bajas en esperanza, resiliencia y felicidad subjetiva. El análisis también desentraña conexiones significativas entre la salud mental y diversos aspectos de la vida cotidiana.
La investigación destaca que el estado civil, especialmente estar casado o en pareja, se correlaciona con una salud mental floreciente, sugiriendo que el apoyo social y el sentido de pertenencia a una relación pueden ser fundamentales para el bienestar mental. Asimismo, se observó una asociación positiva entre la educación, el empleo y una mejor salud mental, indicando que el acceso a recursos educativos y laborales puede impactar en la capacidad de gestionar el estrés y enfrentar la adversidad.
Las preocupaciones económicas surgieron como una fuente significativa de estrés en la población estudiada.