El propio Ministerio de Salud Pública confirmó la muerte del niño de 13 años de edad que había sufrido una picadura de alacrán. En acto de generosidad, los padres del pequeño decidieron donar los órganos (riñones y córneas) para dar vida a cuatro personas que se encuentran en lista de espera por un trasplante.

La oficialización de la triste noticia del fallecimiento se dio en la noche del miércoles, a través de un comunicado en redes sociales. Se refiere que el menor fue atendido primero en un centro privado, en donde se le suministró el antiveneno proveído por el Ministerio de Salud.

“Con el correr de las horas y por el agravamiento del cuadro, ingresó a terapia intensiva, y días después, ante los signos aparentes de falta de actividad eléctrica a nivel del sistema nervioso central, fue trasladado al Hospital General Pediátrico para la realización de pruebas, cuyos resultados finalmente certificaron la muerte cerebral del paciente el día de hoy (miércoles)”, señala el manifiesto.

El director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), Hugo Espinoza, valoró la extraordinaria demostración de amor de los padres del niño picado por un alacrán, que decidieron donar los órganos tras certificación de la muerte encefálica del menor. Aclaró que la ablación incluyó los riñones y las córneas, no así el corazón por los estudios de histocompatibilidad no coincidentes con los pacientes que aguardan un trasplante cardiaco.

“Pese a esta situación dolorosa, la familia tuvo el gran gesto solidario de decir que sí a la donación de órganos, convirtiendo este momento de tristeza en esperanza de vida para pacientes en lista de espera de trasplante”, menciona.

De acuerdo a los datos, se procedió a la ablación de los riñones y córneas para el trasplante de donante cadavérico.