Dolly Galeano, dollygaleano@gmail.com
Una familia no encontró mejor inversión social que la apertura de una biblioteca privada, pero de acceso gratuito, con enfoque en niños, en la pequeña y antigua comunidad de Cerro Largo, municipio de Santa Rita. En medio de campos copados de cultivos extensivos, imaginarse una biblioteca hasta es surrealista. Pero, en el pequeño pueblo de Cerro Largo del municipio Santa Rita, se mostró que es real.
Desde hace menos de dos años funciona una biblioteca para niños, en una estructura moderna y con espacios infantiles cuyo único objetivo es que los niños se interesen en la lectura. Se trata de una inversión privada que realizó la pareja conformada por Ángela Stuepp y João Miguel Konsen, para la construcción del espacio adecuado y la compra de libros.
Se trata de la Libroteca Rabeani, cuya mentora principal es Ángela, madre de tres hijas (Rafaela, Beatriz y Nicole) en quienes se inspiró para soñar y luego crear una biblioteca poniéndole como nombre las iniciales de sus hijas. Es lo que relató a La Nación/Nación Media, que llegó hasta ese sitio donde los niños acuden a buscar historias de sus héroes, cuentos o relatos que los atrapen.
Ángela contó que a sus hijas, desde pequeñas, les gustó mucho leer y ella les compraba libros cada vez que iba a la ciudad. “Invertía en libros, salía para la ciudad y regalos que traía eran libros”, dijo Ángela. Pero fue enseñando catequesis que empezó a notar y a preocuparse de las dificultades de los niños para leer.
QUE LOS NIÑOS TENGAN ACCESO A LA LECTURA
“Lo que más me motivó a hacer este proyecto es que los niños tengan acceso a la lectura desde chiquititos, sobre todo que quieran leer. Mis hijas entraron a la escuela ya sabiendo leer y eso pudo ser así porque ellas tenían material didáctico. Es eso lo que pretendemos ofrecer desde este lugar, proveyendo a quienes no tienen oportunidades”, explicó la mujer que invierte en libros y en el aprendizaje de los niños.
Empezamos de cero acá y se trata de aportar algo a la comunidad que nos acogió, dijo Ángela a la vez de contar que la biblioteca se inauguró el 15 de noviembre de 2021, con más de 2 mil libros, dentro de las cuales están los que fueron de sus hijas. Hoy cuentan con unos 2.500 ejemplares, mayoritariamente en español y en menor porcentaje en portugués.
En este tiempo, a casi dos años de su apertura, la biblioteca recibe regularmente a los niños, pero Ángela explica que siguen trabajando para que la biblioteca sea mejor aprovechada por la comunidad y sea visitada con la finalidad de la lectura. Los que llegan al lugar enfocados en la lectura son más de otras comunidades, mientras que muchos de Cerro Largo van a la biblioteca, pero a disfrutar de su parque.
PREPARAN UNA AGENDA QUE LOGRE MAYOR INTERÉS
Ante esto están ideando algunas actividades como concursos, talleres de lectura y otros proyectos, con tal de generar interés en la lectura y hacer de Rabeani una casa más. “Pensamos trabajar con un grupo de jóvenes para que se acerquen y hagamos presentaciones de libros y de autores con ellos”, dijo Ángela.
Se suma al diálogo João Miguel diciendo que quieren “generar competencia, que presenten algo sobre lo que leyeron, premiar a los que han leído más libros, algo así estamos queriendo implementar porque el tema es crear la costumbre de la lectura, una vez que adquieren el hábito ya caminan solo”.
El colegio San Pedro queda a pocos metros de la biblioteca y desde Rabeani esperan un mejor aprovechamiento y regularidad en la relación, no solo como iniciativas individuales de uno o dos profesoras. “No podemos hacer milagros, si de todos los que vienen, dos a cinco niños resultan ser en el futuro algo, por haber aprovechado la lectura, habrá valido la pena. No podemos pensar que vamos a revolucionar al público con esto”, dice João Miguel Konsen.
NIÑOS QUE HACEN HONOR AL SITIO
Kaike es un niño de 11 años, asiduo visitante de la biblioteca que, según la promotora del lugar “ya leyó todo lo que hay acá”, en alusión a que se trata de un niño que adquirió pasión por la lectura desde que llegó al sitio. Contó a La Nación/Nación Media que acude desde que se abrió y le interesa libros de historia y de personajes especiales para niños. Las series de Gaturro, del historietista argentino Nik (Cristian Dzwonik), son sus favoritas.
Lía Abigail, de 12 años, dijo a La Nación/Nación Media que ya prestó del lugar la Trilogía de Caraval, de Stephanie Garber, recomendada por la bibliotecaria y le gustó mucho. También disfrutó de la serie de Ana, de la autora Lucy Montgómery. Llegó al lugar con sus padres, al informarse de la existencia de esta biblioteca. No fue para hacer algún trabajo de la escuela, sino interesada en aprovechar alguna historia.