La ciudad de Lambaré, que formaba parte del municipio de Asunción hasta el 5 de junio de 1962, hoy celebra su 61.º aniversario de vida independiente. “En este día quiero reiterar a los pobladores mis deseos de que se sientan partícipes de cada una de las actividades que desarrollamos en la gestión municipal. Tenemos que involucrarnos para buscar mayores resultados en la ciudad porque en conjunto somos más fuertes y debemos trabajar por un Lambaré mejor”, expresó el intendente de la ciudad, Guido González, en contacto con La Nación/Nación Media.

Las actividades conmemorativas en la ciudad se iniciaron el viernes 2 de junio con el encendido de la antorcha olímpica, luego continuó con los desfiles tradicionales de clubes locales, aparte de la presentación de elencos artísticos de la municipalidad.

Hoy lunes 5 habrá te deum, a partir de las 7:00, en la iglesia central Virgen del Rosario, para continuar a las 8:00 con el desfile estudiantil, que estará acompañado de un desfile militar. “Nuestras jornadas de celebración se llenan de gente”, refirió el intendente.

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“Los lambareños debemos aprovechar nuestras festividades para trabajar por el sentido de pertenencia. Debemos amar más nuestra ciudad y por eso también resulta sumamente importante para nosotros recuperar nuestro cerro, con lo cual estamos insistiendo desde la Cámara de Diputados, buscando la aprobación del proyecto de ley que nos devuelva nuestro límite”, manifestó para La Nación.

Puntualizó que el conocido Cerro de Lambaré identifica a todos los pobladores de la ciudad y representa un fuerte simbolismo del sentir lambareño, pero que lastimosamente sigue en el territorio asunceno. Para González, la recuperación del cerro podría apuntalar de alguna manera el fortalecimiento del sentido de pertenencia en los pobladores.

DESAFÍOS DE LAMBARÉ

Guido González refirió para La Nación que si bien la comuna celebra en la fecha la autonomía de la ciudad, manifestó que en estos 61 años el territorio nunca había mostrado ápice alguno de mejoramiento, pues siempre se mantuvo desplazado en términos de inversiones y atención. Remarcó que cuando asumió la intendencia se encontró con una ciudad devastada y casi olvidada por sus autoridades.

“Ahora nos avocamos a trabajar en la parte financiera de la institución. En dos años, hemos hecho prácticamente 120 cuadras de regularización asfáltica y recapado, pero aún queda mucho por hacer, como más caminos, porque las calles se encuentran en estado calamitoso y apenas logramos un mejoramiento que sería del 10 %”, aseveró.

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