La letra es del poeta uruguayo Francisco Acuña de Figueroa y la música es del músico italiano Luigi Cavedagni, que fue rechazada por Carlos Antonio López, quien mandó hacer otra versión.

Un día como hoy pero de 1846, el poeta uru­guayo Francisco Acuña de Figueroa entregó al entonces presidente de la República, Carlos Antonio López, la letra y partitura de nuestro actual himno nacio­nal. Aunque en principio fue rechazado, a lo largo de la his­toria se convirtió en uno de los símbolos patrios más impor­tantes de los paraguayos.

El pianista y director de orquesta, César “Lito” Barrios, luego de una intensa investiga­ción recogió datos importantes acerca de la historia de nuestro himno, mediante documen­tos originales, cartas y trozos de partituras, información que plasmó en su libro deno­minado “Secretos del Himno Nacional”.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

El himno que actualmente entonamos es de autoría en letra del poeta uruguayo Francisco Acuña de Figue­roa, quien también escri­bió la letra del Himno Nacio­nal Oriental del Uruguay. Sin embargo, la música que acom­pañó al obsequio de Acuña de Figueroa en 1846, fue recha­zada por el entonces presidente de la República, Carlos Anto­nio López, quien esperó siete años para publicarlo. “Llegó al Paraguay el compositor francés Francisco Sauvageot de Dupuis y compuso en 1853 una música para el himno de Acuña, que aún no era reco­nocido como ‘nacional’, ya que don Carlos tenía su pro­pio himno nacional”, relató en conversación con el diario La Nación/Nación Media.

“Esta música era tan pega­diza y vibrante, que en 1863, diez años después de hacerse conocer el himno, Francisco Solano López siendo presi­dente y habiendo fallecido su padre, eleva la letra de Acuña de Figueroa y la composi­ción musical de Dupuis como Himno Nacional Paraguayo”, continuó. Sin embargo, en la posguerra, los aliados inten­taron eliminarlo, estable­ciendo en 1873 un nuevo canto patrio con letra del argentino Francisco Felipe Fernández y música del brasilero Francisco Antonio do Nascimento.

Barrios explicó que este intento no resultó, y en 1874 se volvió a instalar el himno de Acuña, pero con la música que había sido rechazada por don Carlos, es decir, la música que acom­pañaba el obsequio ya en 1846. “De este cambio de música, los paraguayos protestaron, y todos se preguntaron siem­pre, quién habría compuesto esa música, ya que nadie sabía que era la música del obsequio”, comentó.

“Tras tres años de investiga­ción profunda, personalmente me he topetado con la parti­tura original del himno y he encontrado al autor, que hacía más de 140 años el Paraguay buscaba, el compositor de la música que hoy utilizamos para nuestro himno nacional”, manifestó y reveló que se trata del músico italiano Francesco Casale, quien compuso la can­ción que actualmente entona­mos, que en realidad fue la pri­mera música oficial del himno uruguayo, formalizada el 7 de enero de 1837. “No sabemos si pretendía que ambas naciones cantaran la misma música en el mismo tiempo, pero quizás por eso don Carlos no la utilizó. Los uruguayos cambiaron de música en 1848 y esta parti­tura quedó en el olvido hasta que el presidente paraguayo de la posguerra, Salvador Jove­llanos, lo rescató intencional­mente de su archivo, ya que tenía la única copia que había sido devuelta por don Carlos al padre de Jovellanos, Bernardo, ministro de Guerra en 1846″, detalló.

Luego llegó a las manos del músico italiano Luigi Cave­dagni, director de las ban­das militares y músico del gobierno, para que imponga a través de ejecuciones públicas, publicaciones de la partitura en miles de impresiones disemi­nadas por el mundo posterior­mente. En Paraguay, se ejecuta formalmente desde 1874, qui­tando así la música original­mente compuesta por Dupuis. Nuestro himno nacional posee siete estrofas y un coro. En primer lugar, resalta la inde­pendencia paraguaya de 1811, posteriormente relata las tem­poradas de gobierno del doctor Francia y Fulgencio Yegros, y luego hace énfasis en la llegada al poder de don Carlos Anto­nio López, a quien se le dedica el final del himno como una pequeña adenda.

“Haec mea musa levis, magna tua gloria est: Mi musa es tan pequeña, para tu inmensa glo­ria. Esta frase final dedicaba Acuña de Figueroa a don Car­los, pero el genial de Dupuis lo interpretó como la gloria de la Patria, y la musicalizó, estable­ciendo una coda fenomenal”, describió y aclaró que des­pués de los vítores a don Car­los, el himno relata los símbo­los nacionales, la época que vivían, la espada, el orgullo nacional, y en el coro destaca la necesidad de mantener la República, basado en el slogan de don Carlos “Independencia o Muerte, Paraguayos, República o Muerte. La libertad, el gorro frigio, la unión y la igualdad”.

En los últimos tiempos, la canción “Patria Querida” marcó varios hechos histó­ricos y motivó el patriotismo paraguayo, por lo que muchos consideraron reemplazar al himno nacional. Sobre este punto, Lito Barrios mencionó que dicha canción es de una opereta burlona francesa que cuenta la historia de un pelo­tón que se adelanta y vuelve a los campamentos.

“Por supuesto que se puede cambiar de Himno Nacional. El Paraguay cambió varias veces, también Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia, Estados Uni­dos, México, y otros, pero hoy resulta poco probable cam­biarla. Lo que sugiero es que se vuelva a utilizar la música que fue compuesta originalmente para este himno, que es la de Dupuis, porque tiene una ener­gía extraordinaria. Creo que, con esa música, la gente no se va a cansar de cantar nuestro himno nacional”, expresó.

Dejanos tu comentario