Los casos sospechosos y confirmados de chikungunya van en aumento, pasando de 67 presuntos y 10 confirmados en enero, en febrero llegó a 100 y en lo que va del mes ya suman 15 los positivos.
Ante esta situación el jefe del Servicio de Emergencias Pediátricas de la FCM-UNA y el Hospital de Clínicas, Prof. Dr. Ricardo Iramain, instó a los padres y pediatras a estar alertas ante los síntomas y signos de alarma.
El pediatra resaltó que se debe pensar en chikungunya ante la fiebre alta de 39 a 40 grados, rebelde, refractaria, que no pasa con los antifebriles. Agregó que, en este caso, en forma inmediata, se debe llevar al niño al pediatra, ya que de por sí la alta temperatura es un caso de emergencia en menores de cinco años, porque pueden llevarlos a convulsionar.
Otros síntomas son la aparición del rash, que es una erupción cutánea, del tipo sarpullido. Igualmente, el pronunciado decaimiento del paciente, sobre todo de la ingesta de líquidos y de sólidos.
Manifestó que lo que más preocupa a los pediatras es que el paciente ingiera poca comida y agua, porque se podría estar ante un caso de deshidratación. Por esta razón apelan a suministrarle suero oral o suero parenteral, para lo cual dejan al niño en observación para hidratarlo.