Dolores, Argentina | AFP.

Cinco amigos de entre 21 y 23 años, compañeros en un pequeño club de rugby de provincia, fueron condenados a prisión perpetua por el crimen del joven Fernando Báez Sosa, golpeado hasta la muerte hace tres años en Argentina, un caso que conmocionó a dos países: Argentina y Paraguay.

“Queremos perpetua para todos”, expresó ayer en forma tajante Silvino Báez tras la lectura de sentencia de los ocho acusados por el crimen de su hijo, Fernando Báez Sosa. El tribunal de sentencia condenó a prisión perpetua a Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi tras hallarlos culpables de homicidio doblemente agravado con premeditación y alevosía. Por otra parte, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi fueron condenados a 15 años de prisión

El padre de Fernando Báez Sosa manifestó que la pena quedó un poco corta con respecto a los tres condenados a 15 años de prisión por participación secundaria porque esperaba al menos 25 años o perpetua. No obstante, pese a la lectura de la sentencia, subrayó que con esto anhela tener un poco de tranquilidad luego de tres largos años de espera a la resolución del asesinato de su hijo. “Creo que Fernando está siempre con nosotros; si no, no podríamos aguantar con tanto dolor y tanta tristeza; fueron tres años muy difíciles. Estamos conformes, pero esto recién empieza”, reiteró Báez, adelantando que los abogados trabajarán en la apelación de la sentencia, buscando una condena más justa para cada uno de los rugbiers.

Con respecto a la descompensación repentina de Máximo Thomsen luego de escuchar su sentencia, dijo que el joven tardó un poco para desmayarse, haciendo referencia a que en tres años nunca tuvo ningún tipo de reacción sobre lo que había acontecido con Fernando. Por su parte, Graciela Sosa, madre de la víctima, afirmó sentir un poco de paz en su corazón al saber que los asesinos de su hijo fueron sentenciados.

Tanto la querella como la Fiscalía habían pedido al tribunal que los ocho acusados sean condenados a prisión perpetua al considerar que estaba acreditada la participación de todos ellos en la golpiza que terminó con la vida del joven hijo de paraguayos. Del mismo modo, Graciela y Silvino habían pedido en la previa del veredicto que la condena del tribunal de Dolores sea “ejemplar”.

SOLIDARIDAD

La lectura de la sentencia, acordada por unanimidad, fue transmitida en directo por televisión. En Dolores, 220 kilómetros al sur de Buenos Aires, decenas de personas expresaron su solidaridad con los padres de Báez Sosa.

Thomsen, considerado el líder del grupo, sufrió un desvanecimiento al conocer el veredicto de perpetuidad, la pena máxima que contempla la legislación argentina. El juicio iniciado el 2 de enero cautivó al país, que se había conmovido con el crimen del estudiante de derecho de 18 años, ocurrido el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, 370 km al sur de Buenos Aires.

“Esta fue una justicia débil”, dice abogado Burlando

“El tribunal, desde mi punto de vista, tuvo clemencia con tres acusados de manera irracional”, dijo abogado de la familia Báez Sosa.

Cinco de los ocho rugbistas acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa fueron condenados a prisión perpetua por ser coautores del homicidio doblemente agravado con alevosía y premeditación, mientras que los tres restantes fueron condenados a 15 años de prisión por participación secundaria.

Al respecto, el abogado de la familia Báez Sosa, Fernando Burlando, manifestó que esto no se trata de una justicia absoluta, por lo cual se apelará la sentencia.

“Esta fue una justicia débil, sin lugar a dudas, y la justicia débil no es justicia. Fueron 15 jornadas de debate en las que solamente se vio a una criatura pedir clemencia y este tribunal, desde mi punto de vista, tuvo clemencia con tres acusados de manera irracional; este será el motivo de nuestra apelación porque todos los condenados merecían sufrir un castigo acorde”, aseguró el profesional del derecho tras conocerse la sentencia.

Manifestó, además, que está insatisfecho con la sentencia, pero que el hecho está acreditado de la manera en la que se estaba manteniendo desde el principio: el acuerdo premeditado entre dos o más personas para matar y también la alevosía. Sin embargo, agregó que no se entiende cómo tres personas son beneficiadas con la participación secundaria, por lo cual se van a rever los fundamentos al respecto.

Familiares esperaban la prisión perpetua para los ocho acusados

La familia apelará para que los otros tres acusados también cumplan cadena perpetua.

Los familiares del joven que viven en Paraguay esperaban que todos los acusados fueran condenados a cadena perpetua. Luego de la lectura de la sentencia, los mismos manifestaron su disconformidad con la pena otorgada a los acusados. “Es una sensación un poco confusa, esperábamos que los ocho pagaran de la misma forma”, indicó Nancy Sosa, prima de Fernando, en entrevista con el programa “Pase lo que pase”, de Universo 970/Nación Media.

Afirmó que tienen entendido de que la familia apelará para que los otros tres acusados también cumplan cadena perpetua y paguen de manera justa por el crimen. “Nos sorprendió bastante la baja pena que se les dio. Mi familia se juntó en la casa de mis abuelos en Carapeguá, y mi hermana y yo seguimos desde Asunción la transmisión de la sentencia”, aseguró.

Celso Mendoza manifestó que la sentencia fue algo agridulce, ya que esperaban que todos se lleven la misma condena, y sobre el desmayo de Máximo Thomsen resaltó que se trataría de una estrategia para llamar la atención. “Esperábamos que los ocho fueran condenados a perpetua”, relató en entrevista a la radio 1000 AM.

GEN, PRESENTE EN LA COBERTURA

La lectura de la sentencia del caso, que conmovió tanto a la Argentina como el Paraguay, fue transmitida en directo por televisión argentina. Familiares y amigos de la familia estaban pendientes del fallo en Paraguay.

GEN/Nación Media realizó toda la cobertura del juicio desde la presentación de los alegatos finales hasta el veredicto con enlaces en directo desde la localidad de Dolores, que queda a 220 kilómetros al sur de Buenos Aires, donde se desarrolló el juicio.