Con el objetivo de difundir toda la información disponi­ble sobre la fibrosis quística e impulsar la detección precoz por medio de la pesquisa neo­natal, que es realizada a tra­vés del Programa de Preven­ción de la Fibrosis Quística y del Retardo Mental, depen­diente del Ministerio de Salud Pública, se conmemoró ayer como cada tercer domingo de diciembre el Día Nacional de la Lucha contra la Fibrosis Quística.

Esto fue instaurado en el 2013 a través del Decreto N° 864/13 para llamar a la con­ciencia de la ciudadanía sobre esta enfermedad genética no contagiosa. Atendiendo a que el proceso evolutivo de drogas y protocolos de atención per­miten mejorar la calidad de vida de los niños y adolescen­tes que son tratados en el hos­pital general pediátrico Niños de Acosta Ñu.

La fibrosis quís­tica afecta a todos aquellos órganos que producen secre­ciones, tales como pulmo­nes, páncreas, hígado e intes­tino. Estas son muy espesas y dificultan funciones impor­tantes como la respiración, digestión y reproducción. La enfermedad se tiene desde el momento de la concepción, es decir, que se hereda una muta­ción de cada uno de los padres. Actualmente, se conocen más de 2.100 mutaciones.

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Desde el 2019, las personas afectadas por la fibrosis quís­tica reciben su tratamiento multidisciplinario en la Uni­dad de Fibrosis Quística en el Hospital General Pediá­trico Niños de Acosta Ñu, del Ministerio de Salud Pública, así como en la Unidad de Aten­ción Integral del FQ del Insti­tuto de Previsión Social (IPS).

Los síntomas en los recién nacidos pueden ser: retraso de la expulsión del meconio (primeras heces), obstrucción intestinal y lenta recuperación del peso de nacimiento en los primeros días. En los niños, se mencionan: curva del peso por debajo de lo normal (el niño come y no engorda por­que digiere de manera inade­cuada), dolores abdominales, heces fétidas y aceitosas, tos seca, repetitiva y agotadora, aparición de las primeras infecciones pulmonares y de sudor muy salado.

El diagnóstico se realiza mediante la observación de los síntomas y la alteración del resultado en el test del piecito. Su comprobación es realizada por medio de dicha prueba o test del sudor. La detección precoz permite a las personas afectadas y sus familias llevar una mejor calidad de vida.

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