Los hermanos Juan, de 19 años, y Jorge, de 22, siempre andaban juntos, estudiaban y trabajaban desde temprana edad. En ese camino de mucho sacrificio, pero con cada vez menos posibilidades para salir adelante, cayeron en el desgano y con ello rápidamente en las garras de la terrible adicción al crack.

De ser los jóvenes trabajadores e hijos ejemplares se volvieron el quebranto del vecindario, se robaban desde un foco y todo lo que la gente en un descuido dejaba en el patio, pero un día el quebranto acabó y quedaron hundidos en la tristeza. Los jóvenes de 19 y 22 años ingresaron a robar gallinas de una vivienda y murieron electrocutados.

Muchos de nuestros jóvenes paraguayos, a los que llaman “bono demográfico”, han caído en la adicción y en la delincuencia, al igual que Juan y Jorge. Según un análisis del Departamento de Seguridad Social de la Dirección de Estudios Económicos del Ministerio de Hacienda, el bono demográfico se entiende como una ventana demográfica de oportunidades. En este sentido, el periodo se caracteriza porque la relación de dependencia desciende sustancialmente a medida que aumenta el peso relativo de la población en edad de trabajar, y disminuye la cantidad de las personas en edad potencialmente inactivas.

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Por consiguiente, en esta etapa se crea un contexto especialmente favorable para el desarrollo, al aumentar la viabilidad del ahorro y las oportunidades de invertir en el crecimiento económico. Mientras que para la Secretaría Nacional de Juventud (SNJ) el bono demográfico hace referencia a la edad de una persona en edad de trabajar o poder generar desarrollo y que en Paraguay ese bono demográfico comprendido entre jóvenes de entre 18 y 29 años representa el 27% de toda la población de Paraguay.

“Uno de cada tres paraguayos está en ese rango etario y que se debe aprovechar para poder dotar de herramientas y oportunidades para que realmente este bono que hoy tenemos pueda transformarse en desarrollo y se reditúe en beneficios para el país. Actualmente, si a este bono demográfico se le suman las personas de entre 30 y 40 años de edad llegamos al 70% de la población”, indicó Édgar Colmán, ministro de la Juventud.

Según Enrique López Arce, el Paraguay cuenta con un bono demográfico muy alto, se trata de 7.400.000 de población frente a 3.700.000 personas, aproximadamente, que son la fuerza de trabajo, anteriormente conocida como población económicamente activa (PEA). Al ver que la población económicamente activa es mayor que la población dependiente, se nota que estamos ante un fenómeno llamado bono demográfico.

Según el experto en empleos, no todos los jóvenes tienen la oportunidad de trabajar y estudiar. De la tasa de desempleo casi el 65 o 70% tiene menos de 30 años. “El desempleo juvenil y el desempleo de la mujer es el más alto”, dijo López Arce.


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