Después de dos años de prohibiciones por la pandemia del covid-19, miles de creyentes se congregaron ayer 8 de diciembre hasta la Basílica Menor de la Virgen de los Milagros de Caacupé, el templo católico más grande de Paraguay, para celebrar el Día de la Inmaculada Concepción de María.

A las 6:00 comenzó la celebración eucarística que tuvo una emotiva previa, con una procesión de la sagrada imagen en la plazoleta, donde los devotos levantaron los pañuelos azules para agasajar a la virgen de Caacupé. La misa central estuvo presidida por monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de la Diócesis de Caacupé.

La mayor cantidad de peregrinantes llegó a la madrugada del 8, resguardándose del intenso calor con sensación de 43 grados que azota el país. Se estima que la cantidad de fieles que llegó para el 8 de diciembre sobrepasó los un millón de personas, según el reporte parcial de la Policía Nacional, pero sumado a días previos, la cantidad llegaría a unos 4 millones de promeseros.

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La peregrinación tradicional de devotos dejó como saldo parcial dos muertos y más de 9.000 personas atendidas en puestos instalados por el Ministerio de Salud, informaron las autoridades policiales y sanitarias.

A pesar de las recomendaciones de las autoridades sanitarias de que personas mayores de 60 años y niños pequeños no realicen peregrinación a Caacupé, se observó una gran cantidad de estos grupos etarios caminando hasta la Virgencita. Los promeseros se llegaban de diferentes formas: a pie, en bicicleta, en caravanas de motos, carretas tiradas por bueyes, automóviles y ómnibus.

Una persona de 82 años murió de un infarto antes de ascender al cerro Caacupé, paso previo para llegar al templo. Otro hombre murió en un accidente automovilístico sobre la ruta internacional número 2, reportó el subjefe del operativo Caacupé de la Policía Caminera, Ramón Cabrera.

El agente dijo que “se triplicó la cantidad de personas” que concurren habitualmente a Caacupé, en coincidencia con el fin de las restricciones por la pandemia.

LA VILLA SERRANA SE ILUMINÓ

La Villa Serrana se iluminó a medianoche con el despliegue de fuegos artificiales y velas.

La celebración del 8 de diciembre en honor a la Virgencita azul de Caacupé comenzó a medianoche con un espectáculo de fuegos artificiales que duró ocho minutos. Se utilizó alrededor de 400 kilos de explosivos con una detonación remota, utilizando la tecnología y, de esa manera, evitar cualquier posibilidad de quemaduras o accidentes; se estima que más de 900.000 personas vivieron este momento en la capital espiritual.

“La gente ya espera el momento de los fuegos artificiales, a través de los años se volvió ya una tradición para los peregrinantes recibir así las 00:00, en muchos casos mis conocidos me llaman para saber si se van a instalar en las festividades el espectáculo” destacó el encargado de la instalación y detonación de los explosivos, José Bogado.

SERENATA A LA VIRGEN

Puntualmente, y como se tenía previsto, la serenata a la Virgen de los Milagros de Caacupé se inició a las 23:30 el 7 de diciembre, en la explanada de la basílica, copada de fieles que llegaron desde diferentes rincones del país para ser parte de uno de los eventos más esperados de la festividad mariana.

El público presente se emocionó y vibró con Las Paraguayas, una agrupación caacupeña que se formó hace seis años e integra la familia Gaona Valdez. También se hizo presente el grupo Tierra Adentro y varias otras agrupaciones.

La fe del pueblo paraguayo se mantiene intacta a través de los años, porque miles de fieles acudieron para participar de la misa central.
Para el despliegue de fuegos artificiales se utilizó alrededor de 400 kilos de explosivos, y se hizo con detonación remota, a través de la tecnología. (foto: Christian Meza)
A pesar del calor, los fieles prendieron sus velitas en la capilla del Ykuá, donde existe un lugar donde colocar las luminarias. (foto: Christian Meza)

Joven cumplió promesa

Con mucha alegría y paz, una joven iba peregrinando hacia la basílica de Caacupé para dar gracias a la Virgen de los Milagros por la salud de toda su familia. Se trata de Lorena Méndez, quien vestida y peinada como la mismísima Virgen de Caacupé, emprendió su caminata desde Kurusu Pablito para dar gracias por los milagros que obró en su familia que está sufriendo de varias enfermedades, pero que va mejorando con la ayuda de los tratamientos y mucha fe hacia la madre de todos los paraguayos.

“Mi promesa es por una sobrinita que tiene cáncer maligno y galopante, también tengo un tío que tiene un tumor y otro primo que tiene cáncer, por ellos me comprometí a la Virgen de Caacupé. Además, hace un mes que me operé de mi rodilla y ya estoy caminando, la fe es más grande que todo el resto”, dijo en entrevista con La Nación/Nación Media.

Explicó que ella tiene mucha fe en la Virgen de los Milagros y en el divino niño Jesús. “Yo tengo un don que es orar por la gente, el divino niño me dio el don, por eso rezo por tanta gente que me pide y vengo por todos ellos también”, aseguró.

Lorena Méndez, vestida y peinada como la mismísima Virgen de Caacupé, caminó desde Kurusu Pablito.

DESTACAN OPERATIVO DE SEGURIDAD

El jefe de Prevención y Seguridad de Cordillera, Ever Molinas, explicó que desde el inicio del novenario se realizó un gran operativo de seguridad para las festividades de la Virgen de Caacupé y no se tuvo mayores inconvenientes. El 100% de los uniformados desplegados para el operativo queda hasta el jueves, y el 40% permanecerá hasta la finalización de la octava.

“Tuvimos algunas detenciones de personas y la recuperación de objetos de valor. Lo ideal es que la caminata siempre se realice en los horarios recomendados”, dijo el comisario en comunicación con La Nación/Nación Media.

Molinas indicó que desde el principio se recomendó a los peregrinantes no acudir a la capital espiritual con objetos de valor, buscando evitar hurtos ante la presencia de descuidistas, que también aprovechan este tipo de eventos para cometer los hechos punibles.

El jefe de Prevención y Seguridad de Cordillera indicó también que mediante el trabajo realizado por la Policía Nacional el fin de semana pasado, se pudo detener a cuatro supuestas descuidistas en las inmediaciones de la basílica, y logró la recuperación de 21 celulares robados a los peregrinantes.

La serenata comenzó a las 23:30, en la explanada de la Basílica de Caacupé. (foto: Nadia Monges)
Muchos jóvenes actuaron como servidores en la misa central.
Ante las misa de las 6:00, hubo una pequeña procesión de la imagen de la Virgen de Caacupé.
El Ykuá de la Virgen estuvo repleto de promeseros que querían llevar el agua.

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