Alrededor de las 23:00 del sábado 27, se produjo un asalto tipo comando a la sucursal del Banco Nacional de Fomento (BNF) ubicada en Natalio, Itapúa. Alrededor de 15 a 20 personas, por medio de explosivos, lograron ingresar a la sede bancaria y se alzaron con dinero en efectivo. Hasta el momento se desconoce el monto y la identidad del grupo armado, aunque ya pudieron localizar dos vehículos que habrían sido utilizados en el atraco.

De acuerdo a la información confirmada por la Policía Nacional, el grupo utilizó dinamita en gel para corromper la estructura del banco y así poder ingresar. En paralelo al asalto, parte de la banda realizó un ataque a la Comisaría N.° 17 de Natalio, ubicada a dos cuadras de la sucursal del BNF, y se produjo un enfrentamiento entre los delincuentes y los oficiales.

Afortunadamente, no hubo policías heridos ni fallecidos dentro de los agentes policiales, no obstante, un civil que circulaba por la zona, sufrió de un impacto de bala en el muslo izquierdo. El hombre fue identificado como Flavio Arturo Nirich Joerissen, de 26 años y fue trasladado hasta el hospital de Hohenau. Un hecho llamativo fue que dentro de la camioneta del joven se encontraron bidones de combustible, pero todavía se desconoce más información al respecto.

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Los asaltantes también se valieron de los explosivos conocidos como “clavo Miguelito” para lograr la huida y la Policía Nacional recibió informaciones de que la banda criminal pudo haber huido hacia el río Paraná, por lo que se trasladaron a hacer pesquisas hacia ese lugar, en un zona boscosa, lograron encontrar dos vehículos.

Se sospecha que los rodados habrían sido utilizados por los maleantes para perpetrar el asalto. Los vehículos encontrados corresponden a un Cherry Tiggo color rojo con chapa BSN311 y un Toyota Runx de color plateado con chapa BRC928. Los delincuentes habrían actuado con el rostro cubierto, vestidos de ropas oscuras y chalecos antibalas, además portaban armas de fuego de distintos calibres.

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Este sábado, dos hombres fuertemente armados llegaron a una obra y asaltaron al arquitecto que debía pagar a los trabajadores en la ciudad de Fernando de la Mora. Los malvivientes realizaron varios disparos y uno de los proyectiles hirió a uno de los trabajadores.

El hecho se reportó cerca del mediodía de hoy, cuando el hombre llegó con su camioneta a una propiedad donde se estaba realizando una obra y detrás de este llegaron los hombres en una motocicleta. Estos realizaron disparos y exigieron la entrega de su cartera, en el que llevaba G. 25 millones.

En imágenes de cámaras de seguridad se puede ver como los dos hombres a bordo de una motocicleta siguieron a la camioneta de la víctima hasta el lugar y tras cometer el asalto huyeron del sitio. Sin embargo, no se logra distinguir los rostros de los malvivientes porque portaban casco.

Durante el percance uno de los obreros resultó herido, luego de que los delincuentes dispararon contra la camioneta para intimar al hombre a entregar su cartera donde llevaba el dinero para pagar a los trabajadores, pero una de las balas rebotó contra la humanidad del trabajador.

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“Los testigos manifestaron que llegaron al lugar y uno de ellos al descender del biciclo efectuó los disparos, siendo alcanzado por las esquirlas uno de los empleados del ingeniero que fue víctima del atraco”, afirmó el suboficial Rodi Torres, de la comisaría segunda, en entrevista con C9N.

Agregó que de inmediato se dio aviso a la comisaría y llegaron al lugar donde estaba el hombre herido, que fue llevado al Hospital de Trauma, desde donde confirmaron que ya está fuera de peligro. “La víctima fue despojada de G. 25 millones aproximadamente”, comentó.

Hasta el lugar de llegaron agentes de Criminalística que recogieron imágenes de cámaras de seguridad de la zona, para tratar de identificar a los asaltantes. Hasta el momento no tienen sospechas de quienes podrían ser los autores, pero las investigaciones del caso siguen.

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Este lunes se reportó un violento asalto en el barrio Villa Morra de la ciudad de Asunción, en el que un grupo de hombres fuertemente armados y encapuchados ingresó a un local gastronómico para llevarse la recaudación del fin de semana. Se presume que el automóvil en el que llegaron fue denunciado como robado.

Según el reporte policial, el hecho se registró en horas de la mañana de hoy sobre la calle Lillo y fueron unos cinco hombres los involucrados. Estos llegaron al local fuertemente armados con la cara cubierta y fueron directamente hasta las oficinas administrativas para exigir el dinero a los propietarios del local y sus empleados. Las víctimas afirmaron que los maleantes actuaron en forma violenta en todo momento.

Todo quedó registrado en imágenes de cámaras de seguridad del local, en las que se puede ver que cuatro personas fueron las que descendieron de un vehículo de la marca Toyota modelo IST de color oscuro, mientras que el conductor quedó esperando a los delincuentes con el botín, que sería la recaudación del fin de semana.

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“Fueron directo a la parte administrativa e intimaron a los propietarios para llevarse una fuerte suma de dinero. El asalto no duró ni un minuto, eso manifestaron las víctimas. Estamos trabajando en el caso y vamos a dar con los supuestos autores”, explicó el comisario César Diarte, en entrevista con NPY.

Resaltó que el vehículo tiene característica de un rodado que fue robado hace unos días, pero la chapa habría sido cambiada, ya que figura como la de un Toyota modelo Celica y este era un IST. “Este es un modus operandi que suelen utilizar los asaltantes, la de cambiar las chapas para no ser identificados rápidamente”, puntualizó.

Este domingo, Toni Roberto celebra cinco años de publicaciones ininterrumpidas en el Gran Domingo de La Nación rememorando sus inicios como cronista de la ciudad de Asunción y con Bea Bosio como invitada, quien homenajea con emotivas palabras a este enamorado y gran conocedor de las historias de nuestra ciudad capital.

• Por Toni Roberto
• tonirobertogodoy@gmail.com

Allá por 1984 empe­zaba a interesarme formalmente por el registro de las historias de la ciudad a partir de los artículos de Manolo Prieto, tal vez el primer “asuncenó­logo”, que escribía en el viejo y recordado Correo Semanal. Todos los sábados de media­dos de aquella década espe­raba ansioso “La ciudad en que vivimos” en la tradicio­nal contratapa.

A partir de ahí comencé a ensayar las memorias que traía desde mi barrio, de mi bisabuela con la que cami­naba por el centro. Luego de la lamentable partida de Prieto en el año 2006, empecé a tomar la posta, invitado por mi dilecto amigo Antonio V. Pecci, quien dirigía aquel suplemento del diario de la calle Benjamín Constant, lle­gando a graficar hasta artí­culos de Mario Vargas Llosa que se publicaban en aquel semanario.

Así empezó todo. A partir de ahí, al leer todos los sábados mis artículos, me llamó Glo­ria Rubin, quien me convocó para comentar en radio mis publicaciones de los sábados; ahí nació el nombre de estas páginas de radio, televisión y diario.

Con el tiempo y después de muchos años de sacrificio, de hacer madrugadas, des­pués noches y el tradicional programa “Casa abierta” de los sábados en la vieja radio de la avenida Choferes del Chaco, llego al entonces Grupo Nación, en el último año de la segunda década del siglo XXI.

Así, el 21 de abril de 2019 empezaba a escribir en estas páginas. Un día nos llama a Bea Bosio y a mí Augusto Dos Santos para iniciar el cam­bio de la mirada del diario de los domingos con temas que no fueran los tradicionales en un diario. Así empeza­mos en aquel momento en el novel Gran Diario del Domingo, por supuesto bajo la atenta supervisión de nuestra gran editora Marycruz Najle, que hoy sigue guiando estas pági­nas desde alguna estrella, quien nos dejó de herencia al joven editor Paulo López.

En parte, todo lo que voy hablando tiene una “cues­tión de fe”, que tenemos tanto Bea como yo. Por eso le pedí unas palabras que, tal­vez, serían las mismas que le pediría a mi gran editora que hoy ya no está y que escribió cuanto sigue:

“¿Qué sería de los pueblos sin un hilo conductor de esas historias que le van imprimiendo su dimensión humana?

¿Qué sería de nuestros barrios si no hubiera algún relator de quienes fueron las personas que le dieron alma?

¿Qué sería de nuestras calles, de nuestras costum­bres, nuestras familias, sin un cronista que nos acer­que el pequeño anecdotario en donde se fueron enhe­brando los días en horas y vidas pasadas?

Son cinco años de domingos enriquecidos con las histo­rias del gran amigo y artista Toni, que en su rol de cro­nista urbano cumple la gran misión de revisar el baúl de los recuerdos de nuestra Asunción de antaño y, a par­tir de esos viajes al pasado, nos devuelve la memoria de quienes fuimos, de dónde venimos, develándonos ciertos rasgos indiscutibles de nuestra identidad.

Quien lo conoce personal­mente sabe que caminar las calles con él es un lujo, por­que conoce los recovecos de cada esquina y observa y reflexiona en cada paso que da. Lo mismo sucede con sus crónicas: porque detrás de cada casa hay historias de vida y detrás de cada histo­ria voces que van formando el relato vivo de nuestra ciu­dad.

Toni es un experto en con­versar con la gente, en for­mular preguntas justas para lograr abrir los portales del pasado. Le gusta char­lar con las personas mayo­res, interesarse, preguntar y conmoverse con los teso­ros que va encontrando en ese anecdotario, de donde brota el caudal insondable de nuevas crónicas que con­forman su foja narrativa; ¡y que hoy cumplen cinco años! en el Gran Domingo de La Nación.

En su camino nos ha con­tado de todo: como si con los rasgos de su trazo pro­digioso nos hubiera regalado un collage de microhisto­rias, o un cuadro en versión puntillista, con múltiples colores de nuestra capital. De cerca, tal vez no exista cronología en particular en los temas que elige narrar, porque los va escribiendo a medida que llegan a su alma de cronista. Pero como un buen cuadro puntillista, al tomar distancia y ver el cor­pus de sus historias como un todo, lo que se aprecia es una imagen certera y entraña­ble de quiénes somos como miembros de una identidad viva que nos define como comunidad.

¡Felicidades y gracias, amigo, por el entusiasmo en tus letras, por el alma en cada línea y por tu amor inconmensurable a nuestra ciudad!”.

Al final, después de leer estas emocionantes palabras de mi amiga y colega Bea Bosio, hojeo la interminable can­tidad de artículos de estos cinco años y me pregunto, parafraseando a Mercedes Jané, cuando, desde lejos, escribió “Navidad del Para­guay”, ¿fui yo el que escri­bió todo esto? Tal vez fue la mano de Dios que me guió en todos estos años para tratar de congelar en estos miles de renglones aquellos recuer­dos de muchos que hoy ya no están y que quedarán para siempre vivos en estas humildes líneas de domingo escritas desde la ciudad en que nací.