Desde el Ministerio de Salud recomiendan a aquellas personas que están acostumbradas a ingerir líquidos a punto de hervor, abandonar esta práctica por el bien de su salud. Para beber mate, café, té u otro líquido, no es necesario que se caliente a tal punto de llegar al estado de hervor o ebullición, fase que se produce cuando se llega a una temperatura por encima de los 100°C.
La ingesta de líquidos calientes no debe sobrepasar la capacidad de tolerancia de la persona. Se considera que la temperatura ideal para el consumo de un líquido caliente es aquella que no lastima la lengua al tragar.
Es necesario entender que cada persona posee un umbral de dolor distinto, por lo que cada quien percibe de manera diferente el dolor. Cuando se dificulta consumir un líquido caliente, se sugiere esperar a que se enfríe. Debido a los efectos contraproducentes para la salud, se recomienda a aquellas personas que están acostumbradas a tomar mate excesivamente caliente, cambiar esta práctica.
CÓMO PROGRESA EL DAÑO
El consumo frecuente de un líquido caliente más allá por encima del límite de tolerancia, progresivamente va dañando las células del tejido del sistema digestivo superior. El agua muy caliente puede incluso perjudicar las papilas gustativas, el tejido de la base de la lengua, la faringe y el esófago y, sobre todo, la unión del esófago gástrico.
Esta transición del esófago gástrico es el lugar donde los líquidos que se consumen impactan. Cuando se daña esta transición puede producir cáncer de colon. Es un cáncer que no produce síntomas hasta que se halla en estado avanzado y se manifiesta con dificultad cada vez que se ingiere alguna comida. Del 30 al 40% de este tipo de cáncer está asociada a la ingesta de líquidos a temperaturas muy altas.
Otra de las consecuencias de consumir bebidas muy calientes es la disfunción del esófago que se traduce con dolor retroesternal, más conocido como dolor en la boca del estómago. Cuando aparece este síntoma hay que investigar si se trata de una lesión esofágica o gástrica, preinfarto y úlcera también. Si presenta cualquiera de los signos o síntomas citados, consulte al médico.