Esta semana la Cámara de Diputados aprobó, con modificaciones, el proyecto de ley “Comedores y centros comunitarios”, el cual busca brindar apoyo y asegurar la sostenibilidad de los mismos. Desde los comedores se muestran muy conformes con esta ley, pero exigen mayor control de calidad de los alimentos y que todo se haga de manera transparente.
Según las mujeres que se encargan de organizar y administrar estos lugares que ayudan especialmente a los niños y ancianos de sus comunidades, en algunas ocasiones los víveres llegan descompuestos por la humedad o con algunos “bichitos” y finalmente no pueden ser utilizados, dejando sin el plato de comida a las familias que dependen de ellos.
“Desde el principio de la pandemia recibimos los víveres, pero en algunas ocasiones recibimos alimentos que no son lindos o aptos para que se pueda consumir especialmente para los niños. Algunos ya tienen bichos”, confirmó para canal Trece doña Emilia Medina, del comedor San Francisco.
Resaltó que una vez que reciben los alimentos y se dan cuenta que están en mal estado ellos van a reclamar a las autoridades correspondientes, pero que nadie les hace caso. “Rojequejá, pero rojequejá rei (nos quejamos, pero nos quejamos en vano). Ahora, esta última vez, los fideos que nos enviaron ya no andaban para darle de comer a nadie y la harina vino con bichos, todos vienen del Ministerio de Desarrollo”, apuntó.
Por su parte Natalia Samudio, del comedor Laguna Pytã, pidió que haya más transparencia y que se ejecute bien esta ley. “Nosotras hicimos esta ley. Esta ley no se hizo en una oficina, sino que se hizo en las ollas, con nuestras experiencias con lo que pasamos y queremos transparencia, que se ejecute como tiene que ser y que sean de buena calidad los insumos”, señaló.