La Dra. Almendra Acosta Talavera y el Lic. Víctor Amin Chamorro crearon un gel especial que logra mantener su estado de frío por 3 a 5 horas. El producto es una combinación de compuestos químicos que no son tóxicos. El mismo es utilizado para enfriar los trajes de bioseguridad y por las propiedades del producto hacen que descongele lentamente y absorba la humedad dentro del traje con una sensación de frescura hasta por 5 horas, viene con 4 compresas de repuesto para intercambiarlas.
El traje puede ser utilizado por trabajadores expuestos directa o indirectamente a virus o bacterias y que buscan un producto de excelencia al vestir prendas cómodas y frescas durante sus horas laborales aumentando su productividad y mejorando su calidad de vida sin dejar de estar bien protegidos, como por ejemplo personal de blanco, odontólogos, bioquímicos, bomberos, fumigadores etc. Los emprendedores desarrollaron más productos, como un chaleco refrigerado para motociclistas, ciclistas o personas que trabajan al aire libre. La prenda trae también cuatro compresas de gel frío, que distribuyen frío en la espalda, el cuello y los hombros.
Otro es una compresa para uso individual, que surgió a raíz de un pedido de quienes sufren de jaqueca, la “almohadilla antiestrés”, que se coloca en la frente por al menos 10 minutos para la relajación. Las mismas mantienen el frío por 40 a 90 minutos y tienen una vida útil de 5 años aproximadamente.
Según afirmó la Dra. Almendra Acosta, la idea surgió. “A partir de una necesidad mía de refrigerar mi traje de bioseguridad que utilizaba durante la pandemia nació la idea y entro a un programa de incubación de emprendimientos en la STARTUP LAB que es la incubadora de la Facultad Politécnica de la UNA (FP–UNA) para postular a la convocatoria de arranque de empresas de base tecnológica del Proinnova”.
La empresa Kione ofrece una solución innovadora y tecnológica aportando peso y valor al consumo consciente y apostando a productos de buena calidad. Este emprendimiento fue adjudicado en el marco del Programa Proinnova impulsado por el Conacyt con apoyo del BID, y recibió G. 180.324.083.