La pequeña Kiara Jaz­mín Leiva, de solo tres años, falleció en enero del 2021 tras ser atropellada por un enfermero en Villa­rrica. Su familia fue recibida ayer de mañana en el Palacio de Gobierno por el presidente Mario Abdo Benítez; se acercó para pedirle justicia. Anterior­mente, el mandatario había sido abordado por la madre tras la inauguración del Hos­pital del Instituto de Previsión Social (IPS) en dicha ciudad.

La petición obedece a que la audiencia de juicio oral y público, que ya se había pro­gramada, quedó suspendida por supuesta inconstituciona­lidad. Los familiares, que aún lloran la pérdida de la niña, exigen que se haga justicia y recurren al mismo Abdo Bení­tez para que el caso salga a la luz y que el hecho no quede impune.

“Esta visita es gracias a que el Presidente haya participado de la inauguración del Hospi­tal del IPS Villarrica, donde la madre de la niña fallecida le había pedido justicia por la situación en que ellos habían quedado luego de este trá­gico acontecimiento”, mani­festó el abogado Jorge López, en comunicación con “Dos en la ciudad”, emitido por el canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media. “En rea­lidad, nosotros vinimos a hacer conocer al Presidente esta situación y los vaivenes que está pasando esta fami­lia en su vida cotidiana y con la Justicia”.

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El enfermero Richard Rodrigo Aguiar, sindicado como pre­sunto responsable del atrope­llo, fue el conductor que había dado positivo a la prueba de alcotest y que cuenta con el beneficio de prisión domici­liaria, pese a que los homici­dios en accidentes de tránsito ocasionados por conductores ebrios pueden eventualmente caer al ámbito de delito doloso.

La muerte de la pequeña Kiara Jazmín ocurrió el 4 de enero del 2021 cuando esta se encon­traba en compañía de su madre en una casillita donde vendían comidas rápidas. Aguiar, de profesión enfermero, aparen­temente venía conduciendo a gran velocidad su automóvil, momento en que perdió el con­trol de su rodado.

El rodado fue a dar contra la casillita donde se encontraba la niña y, a consecuencia de ello, falleció al instante, mien­tras que la madre se salvó, pero quedó con varias secuelas físi­cas y psicológicas, por lo que, en estos momentos, le cuesta mucho retomar su vida nor­mal, sin su pequeña y por las condiciones físicas en las que quedó, por lo que toda la fami­lia Leiva exige justicia.

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