En la fecha se recuerda el Día Mundial de la Hemofilia. Este año, el eslogan de la campaña internacional es “Acceso para todos” y aboga por la importancia de la cobertura en cuidados para las personas con hemofilia. El Departamento y el Servicio de Hematología del Instituto de Previsión Social (IPS) se adhieren a la conmemoración con mensajes de concienciación sobre la importancia de la detección y el tratamiento temprano de esta enfermedad crónica y hereditaria.
La hemofilia es un trastorno hemorrágico congénito vinculado al cromosoma X, provocado por la deficiencia del factor de coagulación VIII en el caso de la hemofilia A, o del factor IX, en la hemofilia B. La enfermedad se manifiesta por sangrados, pudiendo ser internos (en músculos o articulaciones) o externos (cortes, heridas) que varían en severidad según el grado de afectación de la coagulación.
En Paraguay existen alrededor de 500 pacientes afectados por la enfermedad, pero con subregistros. Afecta fundamentalmente a los hombres y son muy raros los casos en que los síntomas se manifiestan en las mujeres. Las mujeres pueden no desarrollar síntomas, lo que se conoce como estado de portador, pero sí transmitir la enfermedad a sus hijos varones, por eso se la considera hereditaria.
Actualmente, el IPS atiende y trata tanto a niños como adultos. Son 40 niños con hemofilia A, 5 niños con hemofilia B, 53 adultos con hemofilia A y 7 adultos con hemofilia B.
El Dr. Adolfo Gaona, hematólogo y médico de planta del Servicio de Hematología del IPS, comenta que es fundamental el tratamiento profiláctico, que consiste en reponer de forma preventiva el factor de la coagulación ausente en la sangre o tratamientos semanales o quincenales con emicizumab, fármaco que imita la función del factor deficiente. Estas intervenciones modifican el curso natural de la enfermedad, reduciendo los episodios hemorrágicos, la afectación articular y mejorando la calidad de vida de los pacientes. El tratamiento ideal requiere de la cooperación entre médicos y pacientes, para realizar la terapia en tiempo y forma y tener la máxima eficacia posible. Es importante recalcar que el tratamiento es de por vida porque la medicación controla los síntomas, pero no cura la enfermedad.