El pequeño paciente (Erick), de 14 días de vida, ingresó al servicio de Neonatología del Hospital Central del Instituto de Previsión Social por vómitos y deshidratación. El bebé, primeramente, realizó interconsulta con el servicio de cirugía infantil para luego ser sometido a un procedimiento quirúrgico por padecer obstrucción intestinal por vólvulo.
Es decir, mala rotación intestinal, que es un defecto de nacimiento y ocurre cuando el tracto intestinal del bebé no se forma como debería durante el embarazo. Este caso es considerado como un milagro ya que los médicos procedieron a desvolvular (procedimiento de corrección), sin encontrar zonas de necrosis (denominado así a la muerte de tejidos por falta de circulación sanguínea en los tejidos).
El trabajo fue multidisciplinario entre los servicios de Neonatología, Cirugía Infantil y Nutrición, demostrando una vez más que el trabajo en conjunto hace la diferencia y salva vidas.