En La suba de los precios de los productos de la canasta básica, así como de las verduras, frutas, hortalizas e incluso el aumento del gas, que ayer amaneció a G. 500 más por kilo, nuevamente golpea a la economía familiar especialmente a aquellos cuyos ingresos no superan siquiera el sueldo mínimo. Esta situación obliga nuevamente a las familias de escasos recursos a recurrir a las ollas populares y enviar a los pequeños a los comedores comunitarios.
Sin embargo, muchos de estos comedores solidarios y ollas populares cerraron debido a la falta de apoyo por parte de los entes del Estado así como de sus benefactores regulares. Los que no cerraron continúan brindando el almuerzo o merienda a sus comunidades mediante la autogestión. Algunos solo abren y brindan el alimento tres, dos o una vez por semana o los días en que consiguen los insumos necesarios. “Yo hoy no preparé el almuerzo, estamos con escasez de verduras e insumos. Estamos así: un día sí y un día no, porque no contamos con lo suficiente para cocinar. Acá brindamos almuerzo al menos lunes, miércoles y viernes”, dijo en comunicación con La Nación, María Denis, del comedor del barrio Tacumbú de Asunción.
“Nosotros como articulación de las ollas populares estábamos recibiendo en un primer momento insumos por parte de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) que se cortó a mitad del año pasado. Ahora, seguimos activos pero a través de autogestión”, relató Kimberly Samaniego, de la Articulación de Ollas Populares.
La mayoría de las ollas populares que subsisten a pesar de la crisis económica, entregan entre 100 y 150 platos de comida al día, según Samaniego.
El comedor de niños Mitã Renda, de Mariano Roque Alonso, que coordina doña Cirila Cabrera, es uno de los pocos comedores que subsisten a pesar de la crisis económica causada por la carestía de los alimentos.
Este comedor funciona netamente mediante el apoyo de benefactores y los propios beneficiarios del comedor que son los padres de los niños que almuerzan en este lugar, quienes donan G. 2.000 cada vez que pueden. “Tenemos cerca de 100 personas que almuerzan diariamente en este lugar, están niños, adultos y abuelos. Subsistimos mediante el padrinazgo”, relató doña Cirila a La Nación.
150 PLATOS por día ofrece comedor de Bañado Sur.
100 PERSONAS comen por día en Mitã Renda.
Lunes, miércoles y viernes ofrecen almuerzo en comedor del barrio Tacumbú.