La infectóloga Sonia Arza explicó que la nueva variante Ómicron, así como las otras cuatro también denominadas de preocupación, en primer lugar, escapa a la inmunidad celular natural y a la inferida por las vacunas. “Es importante entender que existen plataformas de vacunas cuya eficacia ante esta nueva variante es menor del 50% y eso implica entonces que básicamente no colabora mucho”, expresó en contacto con “A punto” del canal GEN y Universo 970 AM.
“En segundo lugar, tenemos una población menor de 12 años que no está vacunada, tenemos también poblaciones que están vacunadas en forma heterogénea; es decir, hay personas que están en la cima de la montaña, en este momento, con 3 dosis, y otras que están, digamos, en el valle de esa montaña con una, dos dosis o inclusive sin vacunarse”, agregó.
Arza mencionó que es en ese contexto es que esta nueva variante y las demás son de preocupación, preferentemente la Ómicron porque se replica más rápidamente y se disemina más rápidamente. “Va a encontrar población vulnerable y va a generar lo que ya estamos viendo, un aumento paulatino de casos, una saturación también paulatina de terapia intensiva, un colapso paulatino de los servicios de salud”, puntualizó.
SÍNDROME EN NIÑOS
Por otro lado, explicó que la gravedad del síndrome poscovid en niños está relacionada a que este fenómeno no aparece cuando el niño está infectado de covid, sino que puede aparecer después de 8, 9 o 10 semanas después de que el niño se curó del virus.
“En en este mismo momento, en la sala a mi cargo de contingencia en el Hospital de Clínicas tenemos dos pacientes con un síndrome denominado de activación macrofágica. Es decir, que ocurre 8 semanas después o 9 o 10. El niño comienza a presentar fiebre permanente y resulta que al hacerle los análisis en sangre verificamos que está básicamente haciendo como una especie de leucemia. Descartamos causas infecciosas y oncológicas y, finalmente, derivamos como un síndrome poscovid. De no identificarse en tiempo y forma, puede generar una alta tasa de mortalidad, igual que la leucemia. Los padres de este niños son renuentes a las vacunas y es una preocupación”, argumentó.