Durante este fin de semana se desarrolló el Congreso Eucarís­tico Nacional en la ciudad de Caacupé, donde se reunieron representantes de todas las diócesis del país para tratar temas muy importantes para la feligresía católica. Ayer de mañana se realizó el cierre con una solemne misa en la basílica de la Villa Serrana.

Durante dos días se tuvie­ron reuniones presenciales y virtuales, ocasión en la que hablaron sobre la comunidad cristiana que se centra en la eucaristía, el sacrificio de Jesús que fue representado por un grupo de jóvenes con el vía crucis. Así también tra­taron sobre la madre de Jesús como imagen de la piedad, la resurrección y sobre el disci­pulado de Emaús que implica el llamado a la misión.

“El cierre se llevó a cabo aquí en la basílica. Vinieron varios sacerdotes encargados de la liturgia para prestar su ayuda. También tuvimos reuniones mediante los nuevos canales de comunicación que ya fue­ron virtuales, pero muy fruc­tíferas”, dijo el padre Cristhian Medina, vicario cooperador de la basílica al canal GEN. Ase­guró que para celebrar este encuentro varias comunida­des sacaron los santos a las calles y fueron a visitar a los enfermos. En otros lugares hicieron catequesis, forma­ción, adoración al santísimo, entre otras actividades. “Bus­caron la mejor manera para recibir a Jesús. Ese entu­siasmo volvió a surgir desde el interior del corazón”, refirió.

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LA PANDEMIA Y VUELTA A PEREGRINAR

Medina manifestó que por mucho tiempo las iglesias estuvieron cerradas por motivos de la pandemia y que detrás de ellas se cerra­ron las catequesis, confir­maciones y actividades muy importantes para la vida cristiana.

“Hoy todo eso está vol­viendo, pero bajo un grado de responsabilidad que es la de cuidarnos entre todos. Dios nos pide un poco más de paciencia y respetar las medidas sanitarias, la salud es una de las riquezas más importantes”, aseguró.

Hizo un pedido muy espe­cial a los peregrinos de respetar las medidas sani­tarias como el uso de tapa­bocas, distanciamiento, lavado de manos y vacuna­ción, para que dentro de 29 días se puedan reunir en la basílica para reencontrase con la Virgen de los Mila­gros.

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