Del conversatorio sobre la “Educación en pan­demia, su impacto y cómo recuperar lo perdido” par­ticiparon la ex ministra de Edu­cación Marta Lafuente; Cecilia Rodríguez Alcalá, fundadora de Paraguay Educa y miembro de la Junta Directiva de la Socie­dad Internacional de Tecnolo­gía y Educación, yLuisFernando Ramírez, ex integrante del Con­sejo Nacional de Educación Superior (Cones). Coincidieron en la necesidad de involucrar a la ciudadanía para impulsar los cambios que son necesarios para una reforma educativa.

Lafuente señaló que en Para­guay se calcula, de acuerdo con datos oficiales, que 110.000 niñas y niños no están estu­diando, por lo cual indicó que la primera medida debe ser iden­tificarlos y sumarlos al sistema educativo. Posteriormente, se debe hacer un plan educativo con tratamientos diferencia­dos para esta generación de niños y jóvenes que sufrió las consecuencias de la pandemia.

También manifestó su preocu­pación por la estrategia de vol­ver lo antes posible a la “vieja normalidad”, pues no se trata de retornar al sistema que se tenía antes de la pandemia sin plantearse las necesidades de cambios estructurales que fueron aún más visibles con las clases virtuales. Se nece­sita realizar transformaciones muy profundas, que de hecho a su paso generarán resisten­cias, pero que deben ser plan­teadas para ir avanzando.

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“Lo que no sabemos de los efec­tos de esta pandemia es bas­tante y tenemos que ponernos alertas. En el caso de Paraguay esta es la generación que va a pagar la deuda que asumimos, tanto para invertir en la salud y en las políticas que se están llevando adelante. Y la magnitud y profundidad de este impacto no puede dejar de ponerse en la agenda”, destacó.

Entretanto, Luis Fernando Ramírez mencionó que el impacto de no tener clases pre­senciales, aparte de la desmoti­vación, implicó un alto índice de enfermedades mentales, prin­cipalmente de depresión. “Es grave y va a traer consecuen­cias, porque cuando vuelvan a la escuela van a tener proble­mas de depresión”, indicó. Tam­bién criticó que se utilizaron los medios digitales para reprodu­cir un sistema analógico, lo cual consideró un retroceso.

Por su parte, Cecilia Rodrí­guez Alcalá manifestó que se necesitan agencias especiali­zadas en innovación educativa, como hay en otros países, para impulsar una transformación. Además, propuso usar recur­sos del Fondo de Excelencia para la Educación e Investiga­ción para comenzar a impul­sar los cambios necesarios en materia educativa.

El titular de Dende, Alberto Acosta Garbarino, recordó que las pruebas de evaluación de la educación paraguaya tuvieron resultados catastróficos y ubi­caron a Paraguay en los peo­res lugares de la región. Refirió que con la pandemia se profun­dizó lo que denominó la trage­dia invisible, pues actualmente esto no se ve, pero profundizó aún más las debilidades de la educación y sus efectos ten­drán impacto.

Finalmente, Yan Speranza, moderador del debate, indicó que se necesita de un liderazgo no solamente del presidente de la República o del ministro de Educación, sino también del sector privado, porque no solamente esta generación, sino todas las generaciones dependen de la calidad de la educación.

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