Tras entonar el Himno Nacional, después de la misa que se desarrolló en la modalidad automisa y que ayer fue transmitida en vivo a través de Facebook, se realizó la exaltación de las reliquias de San Chárbel Makhlouf y la procesión con su imagen. Una vez concluida, los fieles recibieron el aceite curativo y un kit de comidas típicas para los presentes.
La fiesta patronal del Santo Maronita se celebra cada tercer domingo de julio y el día 22 de cada mes se celebra su misa mensual con la bendición del aceite curativo mezclado con el aceite de su tumba. Se realizan procesiones en su honor con sus reliquias. Se instituyó su fraternidad en el 2018 y el 11 de octubre del 2020 se entronizó en la Catedral Metropolitana de Asunción; es decir, le dieron un lugar para ocupar en el templo.
Paraguay fue uno de los países que ha recibido con mayor fervor esta devoción, pues numerosas personas acuden a la intercesión del santo en busca de la salud física y espiritual. La parroquia San Chárbel tiene el gran honor de custodiar sus reliquias y de mantener y desarrollar su devoción.
La parroquia San Chárbel está ubicada en Clementino Ocampos casi Ypeku, Itá Enramada de Asunción, fue fundada en el 2009 por la Congregación de los Misioneros Libaneses Maronitas. La misma se convirtió en sede de los católicos orientales en el país, sus celebraciones litúrgicas se ministran según el rito latino y el rito maronita que se remonta a los primeros siglos del cristianismo, en el arameo, idioma nativo de Cristo, se realiza siempre la Consagración durante las misas.
Chárbel nació en Beqakafra, Líbano, el 8 de mayo de 1828. Profesó los Votos Perpetuos en 1853, fue ordenado sacerdote en 1859, entró en la vida eremítica en 1875. Desde este momento hasta el día de su muerte, el 24 de diciembre de 1898, se dedicó al coloquio íntimo con Dios, perfeccionándose en la santidad heroica. En vista de los milagros que hacía y del culto de que era objeto, el 5 de diciembre de 1965, el papa Paulo VI lo beatificó, y luego, el 9 de octubre de 1977, el mismo Papa lo canonizó, elevándolo a los altares.