Luego de haber sufrido el arrebato de su hijo, el ciudadano Andre Spallek, de nacionalidad alemana, radicado hace quince años en Paraguay y enamorado de nuestro país, propone e impulsa un proyecto de ley que busca la penalización de dicha acción para garantizar el interés superior del niño.
En nuestro país, un secuestro parental se clasifica como “arrebato” de tenencia del niño por parte de uno de los padres y se “repara” a través de un juicio de restitución. En un caso ideal, esto significa que el niño podrá volver con el progenitor del cual fue arrebatado. “Pero la realidad es completamente otra”, lamenta Spallek, quien vivió en carne propia el secuestro de su hijo y una dura batalla por recuperarlo.
Pese a que, en países como Perú, Uruguay, Bolivia, Chile, Brasil, Argentina, Panamá, Alemania y todo Europa además de Estados Unidos el secuestro parental es considerado como una forma de abuso y maltrato infantil e incluso se lo tipifica como sustracción de menores, Paraguay es uno de los pocos países en los que no es calificado como un hecho punible, ni existe una prevención eficiente para evitarlo.
El problema no se centra “solo en los juzgados que disponen de muchos casos, tampoco ayudan los abogados que de mala fe y con mucha creatividad logran alargar el proceso violando el interés superior del niño, ya que es claramente un hecho que perjudica al menor en su integridad y estabilidad mental. Además, la situación de arrebato se puede repetir incontables veces, ya que no es un hecho punible y no pasa de ser considerada como una situación ‘irregular’ dentro del Código de la Niñez y Adolescencia. Es decir que no tiene consecuencias para la parte que obra como delincuente. Además, opino que Paraguay, como país firmante de la Convención sobre los derechos del niño, está obligado a prever tal situación según el artículo 35 de esta norma”, dijo Spallek hablando desde su experiencia de vida.
El arrebato de su hijo, esta dolorosa y angustiante experiencia, fue la que impulsó a Spallek a crear un equipo de trabajo con abogados para desarrollar el proyecto de ley, que busca velar por los padres y, sobre todo, por los niños que son sustraídos de sus entornos para ser sometidos a un terrible estrés sicológico en medio de un conflicto del que no deberían ser partícipes.
La abogada Rosana Vera, del estudio jurídico Olmedo, es una de las profesionales del ámbito de la niñez que trabaja en el proyecto al que calificó como una “ley necesaria” para garantizar que la protección total contra el arrebato parental sea eficaz. Además, busca que pueda evitarse, ya que es una cuestión muy común en nuestro país, confirmó la profesional, señalando que las secuelas sicológicas que dejan en niños y adolescentes son muchas. La peor parte es que la víctima pasa por el proceso con total falta de apoyo, compresión sicológica y emocional, una atención que recibida a tiempo cambiaría la vida de estos niños y adolescentes que son despojados de sus hogares.
Por su parte, el abogado penalista Raúl Caballero explicó un poco más sobre el proyecto de ley. “Consiste en incluir como hecho punible la conducta de quien tiene la patria potestad (uno de los padres) sustraiga de esa posibilidad al otro, en contra de la voluntad del niño o adolescente que, en la generalidad de los casos, no son escuchados y se realiza sin su consentimiento. Al tratarse de un hecho punible (crimen o delito), se aplica una pena privativa de libertad, que podría ser de hasta cinco años de privación o una multa a su autor”.
Para finalizar, el mismo detalló que la propuesta de ley se encuentra en etapa inicial, pero que ya se han realizado reuniones con exponentes del Ministerio de la Niñez y de la Adolescencia para presentar un proyecto integral y multidisciplinario que envuelva a psicólogos y trabajadores sociales, y que esté en sintonía con otras legislaciones nacionales y del derecho internacional vigente en el país.