DESDE LA FE

Por Graciela Barreto Castro

El tema de las drogas tiene estadísticas ocultas que desangran a las familias requiriendo una urgente atención y más en tiempo de pandemia por lo que va a desencadenar las pérdidas, las respuestas ante la frustración, los duelos, atendiendo que las sustancias psicoactivas son tomadas por mucha gente como la fórmula de generar negación y sedación para “olvidar los problemas” generando más problemas relacionadas a la violencia con un costo social incalculable en diferentes niveles la sociedad.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

A nivel mundial cada 26 de junio se recuerda la lucha contra el narcotráfico y la drogadicción, instituida por las Naciones Unidas para reforzar la acción y la cooperación con el fin de alcanzar una sociedad libre del consumo de drogas. Este Día Internacional tiene como objetivo crear conciencia, sobre el problema importante que las drogas licitas o ilícitas representan para la sociedad.

Desde hace 9 años en Paraguay se va fortaleciendo un grupo de organizaciones de iglesia que realizan su servicio y su misión en los ámbitos de la prevención y los tratamientos de las adicciones en territorio parroquial y de las congregaciones a fin de brindar un esperanzador acompañamiento a este sufrimiento de las personas y de sus familias y la comunidad toda acudiendo al llamado de los obispos de Aparecida.

Este llamado está plasmado en un documento de los obispos de Latinoamérica denominado Documento de Aparecida, que describe el problema de las drogas como una mancha de aceite que contamina todo. No respeta fronteras, geográficas ni humanas. Ataca por igual a países ricos y pobres, a niños, jóvenes, adultos y ancianos, a hombres y mujeres. La Iglesia no puede ser indiferente ante este flagelo que está destruyendo a la humanidad, especialmente a las nuevas generaciones.

Aparecida orienta la labor en los temas de las adicciones en tres dimensiones. En primer lugar la prevención, como acompañamiento y sostén de las políticas gubernamentales para reprimir esta pandemia. Insiste en la educación en valores que deben conducir a las nuevas generaciones, especialmente el valor de la vida y del amor, la propia responsabilidad y la dignidad humana de los hijos de Dios.

Para el tema de la mirada de las personas con trastornos por uso de sustancias llama al acompañamiento de la Iglesia al lado de la persona usuaria de drogas, para ayudarle a recuperar su dignidad y vencer esta enfermedad. En el apoyo a la erradicación de la droga, sigue diciendo el Documento de Aparecida, la Iglesia no deja de denunciar la criminalidad sin nombre de los narcotraficantes que comercian con tantas vidas humanas, teniendo como meta el lucro.

Con la intención de reducir los riesgos y los daños –que de seguro está agudizando la pandemia por covid-19– el desafío es generar una conciencia pública sin precedentes, sobre la salud y sobre las medidas de protección para mantenerse saludable. Lo que es aún más importante, generar una conciencia de la necesidad de protegernos mutuamente. Desde una pastoral de prevención y tratamiento de las adicciones en territorio parroquial, fortaleciendo el sentido de comunidad y solidaridad, dando respuesta al sufrimiento con la mirada misericordiosa y samaritana, que garantizara no solo un abrazo pastoral, sino una intervención eficiente, ya que la ciencia ha indicado la religiosidad como un factor de protección y recuperación importante para el usuario de drogas.

La Iglesia Católica tiene muchas obras que responden a esta problemática desde nuestro ser discípulos y misioneros de Jesús, aunque todavía no de manera suficiente ante la magnitud del problema; son experiencias que reconcilian a las personas dependientes que sufren esta enfermedad con la tierra, el trabajo, la familia y con Dios. Merecen especial mención, en este sentido, las Comunidades Terapéuticas, por su visión humanística y trascendente de la persona, así termina el texto del Documento de Aparecida en la compleja problemática del tema drogas.

*Graciela Barreto Castro. Especialista en Prevención y Tratamiento de las Adicciones. Asesora y Miembro de la Red de Pastoral de Prevención y tratamiento Parroquial de las Adicciones.

Déjanos tus comentarios en Voiz