Para comprender la importancia del trabajo de muchos actores vinculados a la salud en la pandemia, vamos a conocer testimonios desde adentro del sistema sanitario. Son muchas las personas que día a día luchan contra el covid- 19 desde donde les toca, entre ellas enfermeras, médicos, bioquímicos, camilleros, personal de limpieza, choferes de ambulancias, entre otros.

En esta ocasión, La Nación contactó con el doctor Ricardo Caballero, jefe de sala de Terapia B Covid del Hospital de Clínicas, quien comentó que la ocupación de las salas de terapia intensiva en dicho nosocomio es continuamente del 100%.

Explicó que la terapia tiene ahora una sala A, una sala B y una sala C. La A es para pacientes polivalentes o no covid y la sala B antes era polivalente, pero hace 1 año y medio, cuando empezó la pandemia, se transformó en terapia respiratoria. “Desde ese momento estamos recibiendo los pacientes respiratorios con covid y después con el transcurso del tiempo, debido a la necesidad, se habilitó una nueva sala que es la C, que también es para pacientes respiratorios”, apuntó.

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El doctor Caballero hizo su residencia en el hospital a partir del 2000 y desde ahí ya se quedó en la terapia, donde está desde el 2003 trabajando continuamente. Era jefe de sala desde el 2010 y de la sala B desde el 2015, la cual se transformó en terapia respiratoria.

“Esta es una sala que tiene 8 camas de terapia y la sala C también tiene 8; entonces, en total la capacidad del hospital para recibir pacientes respiratorios con covid es de 16 camas. Desde hace unos 3 meses, el porcentaje de ocupación de dichas camas es de 100%. Todos los días están ocupadas las 16 camas y hay pacientes del hospital que están en lista de espera; entonces, al liberarse una cama entra el que está esperando. Es un constante recambio, una constante demanda. Durante los primeros meses de la pandemia esa ocupación era mucho más limitada”, expuso.

ACTIVIDADES DIARIAS

El entrevistado mencionó que tiene 2 actividades: una es la de jefe de sala, que es ver diariamente a los pacientes que están internados en esa sala y hacer su seguimiento. Eso se hace desde las 9:00 hasta las 13:00, más o menos. Aparte de eso hace también guardia en la terapia. “Ya había dejado de hacer guardia, pero con la necesidad de cobertura porque hay tanta exigencia, tuve que volver y hago guardia 3 veces por semana”, refirió.

Caballero indicó que a la mañana temprano ingresan el médico de guardia y los residentes, empiezan a pedir todo lo que se va a necesitar para el día, laboratorios, estudios, se evalúa qué interconsulta se tiene que hacer y se empiezan a hacer los cambios, pero la toma de decisión principal se hace en la recorrida con esos elementos y se ven minuciosamente a los pacientes. Se deciden las altas y también los ingresos de acuerdo a los pedidos de las otras áreas del hospital que tienen, sobre todo del área de urgencias.

DESGASTE FÍSICO Y EMOCIONAL

“Hay experiencias fuertes todos los días. Prácticamente desde hace un tiempo largo tenemos fallecimientos todos los días que en principio es parte integral de nuestra especialidad, pero obviamente ahora el volumen de pacientes y la gravedad de los mismos es muy superior, pero hay casos puntuales que son muy tocantes, sobre todo tenemos casos de gente conocida y colegas de salud que entraron. Personas que nosotros conocíamos hace muchos años y con las cuales trabajamos y que nos tocó ahora hacer su atención integral durante el cuadro de covid grave, muchas de ellas por suerte pudieron salir, pero también hay varias de ellas que tuvieron una mala evolución y terminaron falleciendo”, lamentó el médico.

Manifestó que ese tipo de casos les toca muy de cerca porque es gente que conocían hace muchos años, con quienes trabajaron, tenían un lazo de amistad y tuvieron que enfrentar el fallecimiento y luego informar a los familiares, acompañarles en la primera etapa del duelo que son cuestiones muy tocantes y que dejan sus secuelas de desgaste.

“El trabajo en pandemia se volvió muchísimo más pesado y difícil. En todos los aspectos, tanto en la organización de los servicios que tuvieron que reorganizarse para poder absorber la cantidad de pacientes, como en lo que representa el desgaste físico y sobre todo el emocional. Es una lucha continua con situaciones adversas y con una patología que muchas veces a pesar de hacer todo lo que está indicado evoluciona mal”, expresó.

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