Representantes de los diferentes credos ven a la pandemia como un momento difícil que enfrenta el mundo entero, y que para sortear las dificultades debemos estar unidos en oración, a demostrar amor al prójimo y defender la vida.
También hacen un llamado al cuidado individual y colectivo, y exhortan a las autoridades a garantizar los derechos de las personas. Recordaron a los personales de blanco “como nuestros ángeles, que constantemente están en contacto con el dolor humano, y son seres humanos que necesitan de mucha oración”.
“LA PANDEMIA AGUDIZÓ LA DEBILIDAD DEL SISTEMA SANITARIO”
Para monseñor Adalberto Martínez Flores, obispo de Villarrica, administrador apostólico de las FFAA y la Policía Nacional y presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), la pandemia significa un tiempo de mucha angustia e incertidumbre, que puso en evidencia las graves carencias sociales en nuestro país, desnudó el estado retrasado del sistema sanitario del Paraguay, y “como consecuencia estamos viendo una profundización de la pobreza”.
“La pandemia del covid-19 es un tiempo de crisis, difícil, doloroso que nos pone frente a nuestra finitud y pequeñez. Es un tiempo que nos desafía y nos invita a afianzar y a practicar las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad. Fe en la infinita misericordia de Dios; esperanza en que de la crisis saldremos mejores en lo personal y en lo social y, sobre todo, la caridad, que nos permitirá mitigar, controlar y superar la enfermedad y sus consecuencias”, señala monseñor Martínez.
Agrega: “Son tiempos difíciles, que puso en evidencia las graves carencias sociales en nuestro país. Pero también emergió con fuerza la virtud de la solidaridad, que sigue siendo un sello distintivo del pueblo paraguayo. Este es un signo de esperanza que aporta luz y alivio en medio de tanto sufrimiento.
Dijo además que el sistema sanitario del Paraguay ha estado retrasado en cuanto a la capacidad para dar respuestas a las demandas de la población más pobre, que no tiene la posibilidad de un seguro médico ni acceso a medicamentos.
“La pandemia agudizó la situación de carencia y debilidad no solo del sistema sanitario, sino también de las políticas de protección social. El impacto de las medidas adoptadas para prevenir los contagios en el año 2020 ha significado la profundización de la pobreza crítica, y ha llevado a un importante número de personas de la clase media a caer debajo de la línea de la pobreza. Así también, ha causado el cierre de pequeñas y medianas empresas dejando sin empleo a miles de personas, con lo que eso implica para el sostenimiento y la vida digna de las familias”, mencionó monseñor Martínez.
Es doloroso ver la angustia y el padecimiento de tantas familias para asistir con medicamentos a sus seres queridos afectados por el covid-19. Esta situación ha resaltado, una vez más, el carácter solidario del pueblo paraguayo para con los semejantes necesitados.
AYUDA DE LA IGLESIA CATÓLICA
Durante el 2020, en la primera ola de la pandemia, la Pastoral Social, en todas las diócesis, articuló una serie de iniciativas para ayudar a los más carenciados. En los meses más críticos por las medidas sanitarias de cuarentena total, a través de la Iglesia Católica se canalizaron miles de kits de alimentos que llegaban a las familias por medio de la pastoral social de las parroquias; además, con la donación solidaria de instituciones y personas se organizaron ollas populares y se distribuyeron aproximadamente 30 millones de platos de comida.
Para esta segunda ola de la pandemia, la Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Paraguaya está coordinando la preparación de un proyecto interdiocesano y se está estudiando de qué manera se puede acompañar a los enfermos y a sus familias en términos de ayuda alimentaria y con medicamentos.
“PIDO A LAS AUTORIDADES QUE ACTÚEN CON AMOR Y EMPATÍA”
Para el pastor Emilio Agüero, de la iglesia Más Que Vencedores Paraguay, más que nunca necesitamos fe y solidaridad. “Como pastor y hombre de fe hago un llamado a la oración y la acción. La oración nos guía y fortalece y la acción lleva a los hechos el amor y el servicio al prójimo. Pido a las autoridades y personas pudientes que actúen con amor y empatía. Todo el poder y los recursos que tengan debe de estar enfocados en el pueblo, en el que sufre. Este es el momento. No pierdan la oportunidad de ser relevantes”.
Agregó que como iglesia estamos totalmente volcados a las necesidades de la gente tanto en lo espiritual como material. “Estamos llevando palabras de esperanza y oración además de alimentos, medicamentos y todo lo que podamos ofrecer para apoyarlos en este momento. Cristo nos invitó a venir a él todos los que están cansados y agobiados para hallar descanso y fortaleza. Más que nunca la fe es fundamental en estos momentos”.
LÍDER MUSULMÁN PIDE UNIDAD EN ESTE MOMENTO DIFÍCIL
Ciudad del Este. Agencia regional.
En tanto que Yunes Awad, representante del grupo directivo de la Mesquita del Este o de la fe islámica de la capital de Alto Paraná, expresó: “El islam ve este como un momento muy difícil la que la humanidad está enfrentando y la única solución es unirnos para combatir esto, previniéndonos cada uno y proteger a los seres queridos. Ruego que toda la gente, que todos los hermanos y hermanas de Paraguay se protejan, así protegerán a los demás”. La comunidad musulmana es una de las más numerosas en esta ciudad, después de la católica.
“La vida humana siempre está en primer lugar, el islam defiende la vida humana en cualquier situación, la prioridad es la protección a la vida humana, y en este momento tan difícil que pasamos acá en Paraguay y en el mundo, proteger la vida es lo más importante, independiente de cual sea la consecuencia, de cuales sean las actitudes, las decisiones políticas o económicas que hay que tomar”, manifestó el líder religioso islámico. Awad refiere que “en el Corán sagrado de los musulmanes, Dios nos dice que, aquel que salva una vida es como si hubiera salvado a toda la humanidad, el valor de la vida es fundamental en el islam”, indicó.
Agregó: “En este momento, con nuestros actos, si podemos protegernos a nosotros mismos estaremos protegiendo a nuestros hermanos, vecinos, amigos ya que esta enfermedad es colectiva”, refirió el representante de la comunidad islámica de Ciudad del Este. Insistió en el cuidado individual que hace falta para enfrentar esta situación con mejores resultados. La Mezquita del Este está abierta para el culto con las restricciones dispuestas por el protocolo sanitario con límites para la cantidad de personas y la propia recomendación que realizan desde el centro religioso para que los mayores o quienes tienen enfermedades delicadas no asistan a la misma.
“SOMOS LLAMADOS A SER SOLIDARIOS”
Por su parte, el hermano capuchino Laercio Ferreira manifiesta desde su experiencia que toda crisis genera una inestabilidad en varias áreas de la vida, como la emocional, espiritual y económica. “El paso es tomar conciencia de la crisis y del peligro, cuidarse y cuidar a los demás, que ya no es una novedad, pero como miembros de la Iglesia siempre es oportuno recordar, orientar y exhortar a los hermanos y hermanas a no bajar la guardia, a no desanimarse, a cumplir los protocolos”, indicó.
Agregó que como miembros de la Iglesia somos llamados a ser solidarios primero por medio de la oración, eso lo hacemos todos los días y en los distintos momentos de oración como miembros de una Orden Religiosa. En la Oración de la Misa celebrada diariamente pedimos por los enfermos y en especial los que están afectados por el covid, como así también pedimos por sus familiares, por los fallecidos, por los que están en duelo, por los personales de blanco, pues ellos son como nuestros ángeles, que constantemente están en contacto con el dolor humano, y son seres humanos que necesitan de mucha oración.
“En la práctica apostólica: en las confesiones, en las orientaciones espirituales como en el acompañamiento psicológico, no damos abasto, las contenciones hacemos mediante entrevista personal así como también por video llamadas”, cuenta el hermano capuchino, quien también es psicólogo.
Para ayudar a los familiares enfermos y víctimas del covid para el próximo 17 de abril está preparando una jornada psicoespiritual, de 8:30 a 15:00, sobre “Eucaristía fuente de sanación en tiempos de pandemia” y “psicología de cómo vivir y trabajar las emociones en esos tiempos de crisis”.
Señaló además que la Iglesia no está ajena a la situación caótica en la que está inmersa el sistema de salud, “oramos y exhortamos a que todos luchemos por nuestros derechos en todos los ámbitos de la vida: social, educacional y sanitario. Jesús ha dicho: “He venido para que todos tengan vida y la tengan en abundancia”. Jn 10,10.
Agregó que la Iglesia por medio de la Pastoral Social busca ayudar a los necesitados como hemos visto de modo concreto en la asistencia a las ollas populares, como en la entrega de medicamentos realizada por la Pastoral Social Arquidiocesana. “Son muchos gestos de solidaridad que los hermanos cristianos católicos hacen, que no siempre son divulgados. En estos días de las fiestas de Pascuas comunidades católicas se organizaron y llevaron desayuno en los centros hospitalarios para servir a los familiares de los pacientes que se encuentran internados. Gestos pequeños, pero que marcan, que hacen que aquellos que pasan por el sufrimiento sientan la presencia de Dios en un vaso de cocido, en una chipa calentita que se les acercaba. (Mc 9,41).
Finalmente recordó. “Que Cristo resucitado nos acompañe y nos de la fuerza de la Unidad y de la paz, para que su Reino de Amor, de Sanación, de Justicia y de Paz sea cada vez más real en nuestras vidas”.