La situación del oxígeno medicinal en el país sacó a luz “inquietantes cuestiones” en torno a la provisión, millonarios contratos con el Estado e intereses empresariales de por medio. ¿Qué hay detrás del negocio?

El periodista Héctor Alegre contó a través de su espacio en la radio 1000 AM y su cuenta de Twitter el aparente esquema de “apriete” contra el Estado, en el marco de la provisión de oxígeno medicinal, que hace días viene siendo objeto de comentarios por el desabastecimiento en varios hospitales.

En ese sentido, el periodista indicó que la trama se inició al momento de que el Poder Ejecutivo sacó un decreto para restringir la exportación del producto y así garantizar el abastecimiento en el mercado nacional. Tras el decreto, se dio la nota de una de las empresas proveedoras, La Oxigena Paraguaya, donde manifestó su dificultad para cumplir con la provisión en el país.

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“Es evidente que esta información, ‘No aseguran provisión de oxígeno’, caería muy mal. Y para asegurarse que así sea, esa misma nota, a mitad de semana, se envió a todos los directores de los hospitales en donde Oxigena debía proveer el esencial insumo, y el escándalo estaba armado”, expresó el periodista.

Sobre el punto, el periodista sostuvo que dos de las tres principales exportadoras de oxígeno son Industria Paraguaya de Gases y La Oxigena Paraguaya, por lo que allí estaría la importancia para estas firmas la exportación con facturaciones de miles de millones por año. Detalló además que a diciembre del año pasado, la deuda del Estado por la provisión de oxígeno era de G. 48.000 millones, pero que según el Ministerio de Salud ya fue saldada.

Agregó que al no ser la deuda el “eje central del conflicto”, reflotó la licitación del Ministerio de Obras Públicas para los 7 nuevos módulos de emergencia con sus propias plantas generadoras de oxígeno, lo cual representaría el “jaque” a las empresas proveedoras. Puso como ejemplo de ahorro en costos al IPS Central, que cuenta con su propia planta generadora, lo cual representa G. 3.000 el metro cúbico, y comprar el mismo producto a las empresas proveedoras le costaba G. 27.000 el metro cúbico. “Solo el IPS viene ahorrando año a año en oxígeno, (siéntese señora, siéntese señor), 14 millones de dólares, y extrapolando esta cifra a todo el sector de salud pública nos encontramos ante un negocio de casi 100 millones de dólares por año, solo en compra de oxígeno”, subrayó. “Entonces, para las empresas que desde hace décadas venden oxígeno al Estado no le es simpático que cada centro hospitalario tenga su propia planta procesadora de oxígeno, el negocio es vender al Estado”, enfatizó.

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