La Municipalidad de Lambaré inició ayer de mañana estrictos controles para evitar aglome­raciones en supermercados y para suspender los famosos piquivóley en las canchitas de los barrios. Esto atendiendo que la ciudad cuenta con el 95% de camas de contingen­cia ocupadas en su hospital distrital y que la XI Región Sanitaria calificó a esta ciu­dad como uno de los mayores focos de contagio de covid-19 en el departamento Central.

“Venimos realizando estos controles junto con la Policía Nacional en los lugares donde no están permitidas la aglo­meración de personas. Tra­tamos de esparcir a la gente que se junta en los torneos de piquivóley, es imposible agarrar y multar a todos. No podemos esposarles, insis­timos en la conciencia de la gente sobre la situación sani­taria y sí les informamos que eventualmente podrían tener problemas con la Justicia de no respetar las restriccio­nes”, indicó Guido Gonzá­lez, intendente de Lambaré, respecto a los controles en su municipio.

La comuna emitió una resolu­ción en la que declara al muni­cipio en “Alerta roja sanita­ria” por el aumento de casos de covid-19 y ordena, mediante esta normativa, la suspen­sión de actividades colecti­vas, sean públicas o privadas, que incumplan los protocolos sanitarios. Desde la comuna instan a la población a respe­tar estrictamente los proto­colos dispuestos por el Estado como medidas de prevención de la propagación del virus.

Por su parte, el Dr Édgar Robert, director de Desarrollo Humano y Social de Lambaré, quien encabeza la comitiva de control sanitario, manifestó que la tarea de fiscalización es también en los locales comer­ciales y supermercados que son pasibles de sanciones municipales si incumplen con las normas sanitarias, como la implementación del lava­torio de manos, toma de tem­peratura y controlar la can­tidad de gente que ingresa a los salones, atendiendo a su dimensión.

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