Una comitiva fiscal policial realizó un allanamiento en búsqueda de Dahiana Espi­noza en una matadería ubi­cada en la ciudad de Itá, departamento Central, en la mañana de ayer. La prueba de sangre confirmó que corres­ponde a la joven con 99,9% de coincidencia con el ADN de sus padres.

El hallazgo de sangre humana se constató en un hacha, un serrucho y un cuchillo encon­trados en la carnicería donde la joven trabajaba. También refirió que cuentan con tes­tigos que vieron al principal sospechoso, su pareja Joel Guzmán, maltratarla antes de su desaparición.

“Tenemos testigos que vie­ron a Joel maltratándola, 24 horas antes de su desapari­ción hubo una pelea fuerte. Hoy hay más personas que se animan a hablar. Hubo una discusión en la calle, él le dijo a ella que al llegar a la casa sabrá lo que le espera. Ella dijo a una amiga que él la iba a matar”, expresó la fis­cala Daisy Sánchez.

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También se allanó la vivienda de César Brítez, carnicero del lugar donde trabajaba Dahiana y presunto cómplice de Guzmán. Ante las nuevas evidencias, para el Ministerio Público la joven está muerta. “Estamos obligados a inves­tigar un feminicidio”, afirmó la fiscala Sánchez.

En tanto, la agente señaló que creen que el crimen ocu­rrió en el inquilinato ubi­cado en la ciudad de Itá, pero que el cuerpo sin vida pudo haber sido trasladado hasta este inhóspito sitio donde se encuentra el matadero, con complicidad de otro hombre.

El principal sospechoso del hecho se encuentra pri­vado de su libertad. Hasta el momento se encuentra preso e imputado solo por violencia intrafamiliar. La fiscala ase­veró que se constataron lla­madas entre Guzmán y Brítez durante la madrugada del 18 de setiembre, este último se encuentra con prisión domi­ciliaria.

“Él está con la prisión preven­tiva por violencia familiar, pedí la ampliación de la inves­tigación porque hemos encon­trado nuevos elementos. Se puede condenar por indicios. El fin principal es no dejar impunes los hechos punibles. Va a ser fácil no condenar por no encontrar el cuerpo, pero tenemos la sangre y el ADN de ella. Ya hemos pedido la ampliación de la prisión pre­ventiva”, dijo la fiscala.

La Fiscalía demostró que la joven era víctima de violencia doméstica, además Guzmán cuenta con antecedentes de violencia. Varios equipos fis­cales, policiales y bomberos, a cargo de los agentes Daisy Sánchez y Joel Cazal, reali­zaron diversos procedimien­tos en búsqueda del cuerpo de la mujer en Itá y J. Augusto Saldívar.

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