Monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción y responsable de la parte educativa de la Conferencia Episcopal Paraguaya, habló sobre la educación desde la perspectiva católica y sobre la realidad educativa del país. Dijo que hace falta una reforma educativa que supere los defectos del sistema, que “el Ministerio de Educación deje de estar al servicio de una política partidaria”. Fue en el programa “Desde la fe”, emitido por canal GEN, bajo la conducción de Mariano Mercado Rotela, reconocido comunicador católico.
“La educación es complementada por la escolarización; sin embargo, para la iglesia es fundamental el desarrollo integral de la persona. La educación no debemos reducirla solo al marco académico, sino que debe ser la formación integral de las personas”, dijo en el programa “Desde la fe”.
Explicó que la educación cristiana comprende varios elementos, por supuesto todos los valores humanos, pero integrados profundamente con los valores de la fe, indicó. “Implica una actitud profundamente crítica ante todos los valores, de modo que la educación pueda permitir el desarrollo integral de la persona al servicio de la sociedad”.
“La educación es un subsistema; sin embargo, el sistema integra todo el Estado, la política, la economía, los medios de comunicación, la salud y todo lo que haga la construcción de la persona. Hace falta un proyecto educativo que supere los defectos del sistema, en el caso de Paraguay, nuestro Ministerio de Educación está al servicio de una política partidaria, entonces nuestra educación reproduce los defectos del clientelismo, por ejemplo una cantidad de docentes son puestos por presidentes de seccionales o políticos a su servicio, entonces estamos degenerando la educación escolar”, sostuvo monseñor.
Por otro lado, expresó que el proyecto es muy importante, pero debe partir de la Constitución Nacional, el Estado paraguayo cree en Dios, acepta la divinidad de la Santísima Trinidad y reconoce a la Iglesia esos tres aspectos: autonomía, independencia y colaboración. “En ese esquema, la Iglesia procura mejorar todos los temas de la educación para que sea una educación no centrada en los defectos de nuestra sociedad. Considero que la educación es tarea de la familia y de toda la sociedad, siendo un subsistema que tiene que interesarle a todos los ministerios: de Salud, de Agricultura, de Interior, de Exterior; en fin, todos, porque se trata del tesoro mayor que queremos desarrollar, no es Itaipú ni Yacyretá, es la persona humana y cuando se habla de la persona, se debe desarrollar integralmente a fin de construir un país más libre, más democrático, más solidario, más abierto al bien común, a la justicia, a la verdad, eso hace parte al proyecto educativo católico”.