Los manifestantes de la ciudad de Encarna­ción finalmente deja­ron pasar a los camioneros varados en la zona a causa de la medida de fuerza. El acuerdo de abrir portones del puerto es solo por un día a fin de evitar pérdidas.

Los camioneros llevaban más de 35 días con dificultades para poder circular ante las manifestaciones realizadas por los comerciantes y tra­bajadores informales. Los transportistas lamentan las pérdidas ocasionadas para ellos por la medida de fuerza.

“Se estaba viviendo una situación tensa en estas últimas 48 horas por el cie­rre de acceso de camiones a la entrada del puerto. Esta gente estaba firme en su pos­tura de no habilitar la entrada ni la salida por la medida de fuerza”, explicó este viernes el oficial César Lagraña en entrevista con el canal GEN.

Sostuvo que los comerciantes piden un subsidio al Gobierno para sobrellevar la crisis des­atada por la pandemia del covid-19 y el cierre de la fron­tera con Argentina. Ante la falta de respuesta de las auto­ridades fueron a la medida de fuerza y este viernes decidie­ron dejar pasar a los camio­neros, pero solo por un día.

“Los camioneros querían ingresar y salir del país. Hay camiones cargados y vacíos y se estuvo negociando entre las partes. Se pudo lograr una tregua y no hay incidentes. Los manifestantes libera­ron porque hay alimentos que podían ser afectados”, agregó el uniformado.

Más de 150 camiones esta­ban varados al costado de la calle y como 100 dentro del predio de la Dirección Nacio­nal Aduanas de la ciudad de Encarnación. Finalmente, este viernes fueron “libera­dos” por los manifestantes, quienes están en contra del programa Pytyvõ, no quie­ren ser registrados en el plan Resimple y contribuir para el Ministerio Hacienda.

Ayer en las olerías del barrio San Pedro de Encarnación hubo una manifestación cuando los vecinos recibieron la notificación desde la Entidad Binacional Yacyretá que solo 50 familias de las 240 censadas recibirán bonos de mercade­rías con motivos de las fiestas de fin de año. Esta noticia cayó como un balde de agua fría sobre los afectados que esta­ban esperando los bonos de G. 300.000 c/u para nutrirse de víveres en la culminación de este año que fue bastante difí­cil para todo el país.