Motoasalantes ingresaron a una estación de servicio donde intimaron a los encargados para llevarse G. 400.000. Ocurrió anoche sobre la calle Teniente Molas en el barrio Santa Ana, de San Lorenzo.

Primeramente, simularon ser clientes al solicitar la carga de combustible al playero del turno noche Carlos Sosa, quien ya detectó movimientos sospechosos de ambos, pero al verse solo no pudo negarse ni pedir auxilio al momento de ser intimidado con un arma de fuego. “Por G. 5.000 me pidió nafta común, me pasó un G. 10.000. Su motor estaba en marcha, le di su vuelto, después paró y arrancó su moto. No tenía su chapa. Le cargué todo, se bajó y sacó su arma de fuego. Me pidió mi billetera y le pasé. Nosotros acabábamos de entrar”, afirmó Sosa en contacto con El Trece.

El acompañante lo apuntó al mismo tiempo de pedir el dinero, mientras el conductor del biciclo alentaba a su cómplice a disparar. El trabajador no opuso resistencia y entregó la recaudación que contaba hasta el momento que rondaba los G. 400.000, en tanto los delincuentes se daban a la fuga.

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Las imágenes de circuito cerrado serán útiles para que el personal policial intente identificar a los asaltantes a pesar de actuar con tapabocas y quepis. Se podría dar con ellos por las características físicas, además de la motocicleta tipo cobrador que fue utilizada para el robo a punta de arma de fuego.

“OPERATIVO PAN DULCE”

Ni en la casa ni en la calle, la seguridad dejó de existir hace mucho tiempo por culpa de la ola de delincuencia que azota a todo el país. Sin embargo, en la pandemia todos pudieron descansar un poco de los asaltantes, gracias al encierro total que hubo desde marzo pasado tras confirmarse el primer caso de covid-19 en Paraguay. Pero todo eso poco a poco va terminando ya que con la flexibilización de la cuarentena, la criminalidad llegó a su punto máximo y ahora ya nadie se salva.

El comisario y jefe de investigaciones de Ciudad del Este, Jorge Vidallet, comentó que en esta época aumentan nomás luego los casos de asaltos en todo el país ya que también inicia el “operativo pan dulce” de los motochorros. “En estas fechas siempre hay aumento de asaltos en todo el país, no solo en CDE. Pero ahora hay más, la gente parece que está desesperada por la crisis” dijo.

Vidallet, dijo que los que están en el ojo de los motobandis son los repartidores de productos, ya que sí o sí llevan plata con ellos por los cobros que hacen durante todo el recorrido.

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