En la fecha se celebra el Día del Investigador Paraguayo. Esta conmemoración se realiza anualmente luego de la aprobación del Decreto N° 9999/2012. La fecha fue establecida teniendo en cuenta que el 8 de noviembre del 2011 fue aprobada la primera cohorte de investigadores categorizados en el Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores (Pronii). Actualmente, todos estos científicos categorizados en calidad de activos perciben los incentivos del Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología (Conacyt) a través del Programa Prociencia, con los recursos del Fondo de Excelencia para la Educación e Investigación (FEEI). Hoy día, 566 investigadores se encuentran categorizados en el Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores (Pronii), de los cuales, 226 investigadores corresponden al Nivel 1, asimismo 67 son del Nivel 2 y 16 corresponden al Nivel 3. Además, se cuenta con 244 candidatos y 13 investigadores eméritos. De estas cifras, 177 son de las áreas de Ciencias Agrarias, Naturales y Botánica, 183 se encuentran en Ciencias de la Salud, Biología Animal y Química, 120 en Ciencias Sociales y Humanidades y 86 en las áreas de Ingeniería y Tecnología, Matemática, Informática y Física. De todos estos, 273 son mujeres y 293 son hombres. En el año 2011 el Pronii contaba con 238 investigadores categorizados; en el 2019 ya superaba los 600.

INSPIRADORES

Entre las investigadoras e investigadores que inspiran a las nuevas generaciones se destacan varios nombres. Uno de ellos es el de María Fátima Mereles Haydar, bióloga de formación y doctora en Ciencias (Ph.D.), mención Biología por la Universidad de Ginebra, Suiza. Actualmente se desempeña como investigadora y docente de postgrado en su especialidad. Describió 4 especies nuevas para la ciencia mundial, desconocidas hasta ese momento. Estas especies pertenecen al género Eleocharis (familia de las Cyperaceae). Mereles publicó más de 100 artículos sobre temas que atañen a la flora, la vegetación, en particular los humedales, los cerrados y el Gran Chaco. Al hablar sobre sus inicios en la investigación, la doctora Mereles comentó: “La verdad que desde alumna trabajé en el tema con mis profesores de la facultad, en la actual Facen, Dirección de Biología. Trabajé en el área de Hidrobiología y mis primeras publicaciones las hice siendo alumna en la Revista de la Sociedad Científica del Paraguay. Luego ya en el Herbario del Departamento de Botánica, Dirección de Investigación de la Facultad de Ciencias Químicas, iniciamos fuertemente las colecciones botánicas para fortalecer el Herbario, elemento básico para el estudio de la flora y que, hasta ese entonces en el país estábamos muy débiles. Aún hoy nos quedan muchos vacíos en información”.

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ESPECIES NUEVAS

Desde entonces, la doctora Fátima Mereles empezó a trabajar en la descripción de especies nuevas para la ciencia. “En mi caso fueron 4, 2 en Paraguay, 1 para Perú y otra para Venezuela, que son trascendentales, hoy día. En tiempos en donde la desaparición de especies es muy elevada, debido a los cambios impuestos por el hombre”, indicó la investigadora. “Me afiancé en los conocimientos sobre el Chaco, y de hecho mi Tesis Doctoral la realicé en dicho territorio y continuamos hasta hoy. Es así como hemos descubierto y descripto a la Ecorregión Cerrado para el Chaco, indicando que territorialmente en esta zona, somos muy diversos y que penetran en ella elementos de otras Ecorregiones diferentes a la de los usuales para el Chaco”, subrayó. Otro aspecto destacable en su carrera fueron las descripciones de los humedales del país. “Lamentablemente estos ambientes son muy poco visitados por los botánicos por lo que también nos quedan muchos vacíos de información”, añadió.

“QUE SE CONOZCA Y SE VALORE MÁS”

Ingeniera Lidia Quintana.

La ingeniera agrónoma Lidia Quintana es especialista en Patología de plantas. Además, se desempeña como docente investigadora en la Universidad Nacional de Itapúa, en la Facultad de Ciencias Agropecuarias liderando varios proyectos de investigación. Lidia sueña con que la investigación se conozca y valore más, y que el estudio de las ciencias se inicie en las etapas tempranas de educación. “También que el investigador pueda acceder a un mejor salario de acuerdo a su capacitación y desempeño y tenga mayor acceso a herramientas biotecnológicas para acortar tiempo de estudios”. El Pronii ha contribuido en gran parte a motivar a los mismos. “Que las Universidades tengan su centro de investigación y que los investigadores paraguayos pongamos todo el esfuerzo para publicar los trabajos en Revistas Científicas nacionales e internacionales de alto impacto utilizando las plataformas disponibles a través del portal Cicco –Conacyt que hoy lo tenemos en forma gratuita para los investigadores”, concluyó.

“ACÁ TENEMOS BUENOS POSGRADOS”

Doctora Graciela Russomando.

Desde el año 1992 y hasta el 2019, la profesora doctora Graciela Mabel Russomando Álvarez fue responsable del primer laboratorio que aplicó técnicas moleculares en el Paraguay, en el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (IICS) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Con sus gestiones en la Dirección del Programa Nacional de Control de la Enfermedad de Chagas del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) con el equipo del Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (Senepa) se logró la certificación de la Eliminación de la Transmisión Intradomiciliar de la Enfermedad de Chagas por el principal vector en la Región Oriental del país, en el año 2008. Es Profesora Titular de la Cátedra de Biología Celular en la Facultad de Ciencias Químicas de la UNA. Actualmente, se encuentra categorizada en el Nivel III del Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores (Pronii) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). “La formación científica en países como el nuestro, en donde somos pocos investigadores es difícil, más aún si no estás dentro de una estructura de posgrado, porque es durante el posgrado cuando realmente existe una transferencia de conocimiento y se otorga al joven las herramientas fundamentales para el pensamiento científico”, opinó la destacada profesional. Según la científica, es imposible pensar en un sistema de investigación sin jóvenes realizando un posgrado, porque se benefician tanto ellos como los laboratorios donde se encuentran los tutores y se realizan las tesis. “Aconsejo a los jóvenes a que se involucren, tenemos el incentivo del Pronii, los proyectos de investigación, que hagan una maestría o doctorado en el país si pueden, porque acá están con su familia, están contenidos y tenemos buenos posgrados. Y que apuesten al desarrollo del conocimiento científico en el Paraguay”, expresó.


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