La festividad de la Vir­gen de los Milagros de Caacupé queda suspendida en la forma pre­sencial y se desarrollará de manera virtual, así lo anun­ció ayer monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de Caa­cupé, tras el último día de la Asamblea N° 227 de Obispos del Paraguay.

Informó además que las litur­gias desde el inicio del nove­nario a la Virgen, el próximo 28 de noviembre, se desarro­llarán a puertas cerradas en el santuario, se transmitirán a través de TV, radio e internet.

“La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma (Hechos 4, 32). Este es el sentir de la iglesia todos los años en la fiesta de la vir­gencita de Caacupé. Este debe ser también nuestro sentir en esta oportunidad, pero de una forma diferente sin un evento masivo”, indicó Valenzuela.

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Agregó además que “con un solo sentir, los obispos del Paraguay invitamos a celebrar la solemnidad del 8 de diciembre, la Inmacu­lada Concepción de María, todos unidos, pero cada uno en su parroquia, en su comu­nidad”.

En este sentido, afirmó que “todo Paraguay es Caacupé”, porque celebra a su madre celestial en todas las cate­drales, templos parroquiales, santuarios locales y capillas. Este año, atendiendo a la pan­demia y a los riesgos de conta­gio se hará con las disposicio­nes diocesanas y las medidas sanitarias.

“Las diócesis no organizan ni promueven peregrinacio­nes físicas a Caacupé, de esta forma ayudamos a proteger a muchos del riesgo de una aglomeración y fortalecemos la comunión de cada iglesia en particular”, manifestó.

La decisión fue tomada aten­diendo a la experiencia del siglo pasado, cuando mon­señor Sinforiano Bogarín suspendió las actividades por la festividad de Caacupé por la fiebre española en ese entonces, monseñor Valen­zuela bajó la posibilidad de suspender la celebración este año ante la asamblea de obis­pos y estos aceptaron como medida para evitar que el santuario se convierta en el epicentro de propagación del covid-19, relató.

Las disposiciones presenta­das fueron: que las liturgias del novenario se desarrollen dentro del templo sin presen­cia de los fieles y transmitidas por todos los canales dispo­nibles tales como TV, radio e internet.

Igualmente, quedó clausu­rado hasta nuevo aviso el Tupasy Ycuá ya que no se podrá evitar allí la aglome­ración de las personas que deseen llevar el agua bendita a sus hogares.

Valenzuela dijo que se verá la posibilidad de que los fie­les puedan saludar a la Vir­gen y orar ante su imagen. Y agregó que de no ser posi­ble: “La Virgen nos espe­rará siempre con los brazos abiertos cuando superemos la pandemia actual y podrá visitarnos en las diócesis también”.

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