El Ministerio de Salud Pública, a través de su Dirección General de Vigilancia de la Salud, emitió la alerta epidemiológica N° 5 por riesgos y daños a la salud a consecuencia de los incendios en territorio nacional. Si bien la información es dinámica, en fecha 1 de octubre, Infona reportó unos 10.820 focos de calor, con riesgos de incendios forestales en los 17 departamentos del país, más la capital del país.
Los riesgos a corto plazo con efectos inmediatos están relacionados a la presencia de síntomas respiratorios y cardiovasculares, sobre todo en personas con enfermedades cardiacas y pulmonares crónicas, y que entren en contacto con productos del humo; las intoxicaciones agudas por monóxido de carbono (CO2), las quemaduras, otras afecciones tópicas (mucosa ocular, nasal, piel). La necesidad de alertar a la población y al personal de salud del riesgo de incendios forestales en todos los departamentos del país y los efectos es para intensificar la vigilancia de las enfermedades y organizar los servicios de salud para dar respuesta sanitaria oportuna y adecuada. Los niños, embarazadas y ancianos también constituyen grupos de riesgo, en los que se debe aplicar medidas de protección y consultar si se presentan síntomas.
El alergista Juan Carlos Sisul señaló ayer que los incendios forestales causan enfermedades respiratorias y destacó que lo importante es fomentar la educación, ya que muchos arrastran la mala costumbre de provocar siniestros forestales. “Estamos colaborando con el calentamiento global y su impacto en la salud de la población es gravísimo. Mencionó que si una mujer embarazada aspira el aire contaminado o el humo instalado en el ambiente a causa de los incendios forestales, el niño o la niña puede nacer con un envejecimiento pulmonar prematuro y las personas de la tercera edad pueden sufrir derrame. Podemos tener internaciones por bronconeumonía y si a eso le sumamos el covid-19, el resultado puede ser catastrófico”, advirtió el alergista en comunicación con Universo 970 AM.
Actualmente se suma a grupos de riesgo las personas con covid-19 o que se encuentren recuperándose de la enfermedad. Debido que el funcionamiento del corazón y de los pulmones está comprometido a causa del virus, la exposición al humo de los incendios puede agravar los síntomas.
GOLPE DE CALOR POR ALTA TEMPERATURA
La insolación o golpe de calor es el resultado de una exposición prolongada a temperaturas altas o al sol, la persona pierde la capacidad de regular su temperatura, ocasionando un riesgo de emergencia para el cuerpo. Tanto los adultos mayores como los niños son los más propensos porque no regulan bien la temperatura corporal, basada en la sudoración.
El doctor Ariel Fretes, jefe de la Cátedra de Primeros Auxilios de la Facultad de Ciencias Médicas UNA, explicó que en estos casos de insolación o golpes de calor la atención debe ser rápida. “La causa de la insolación es el calor extremo y mediante los mecanismos propios del cuerpo, como la transpiración y la respiración acelerada, no se puede irradiar todo el calor, entonces esto provoca el aumento en la temperatura corporal y ahí se producen las alteraciones cardiovasculares y en el sistema nervioso central”, acotó. Entre los síntomas más comunes que esto ocasiona se pueden citar el dolor de cabeza, mareos, presión baja, desorientación, convulsiones y alucinaciones.
En cuanto a las formas de prevenir, aconseja tomar abundante líquido, no tomar té, café o alcohol al momento que uno se expone al sol, utilizar ropas ligeras de colores claros y con protección adecuada se evita el golpe de calor.