Un médico que logró vencer al covid-19 se convirtió en el primer donante de plasma. Mediante su loable gesto muchas personas interna­das en estado grave podrán ser tratadas en busca de una recuperación.

El profesional de la salud es oriundo de Ciudad del Este, Alto Paraná, una de las zonas más afectadas por el virus. El galeno prestaba servicios en el Hospital Respiratorio Integrado que funciona en la sede del Instituto de Previ­sión Social (IPS).

“Tenemos nuestro pri­mer donante de plasma de paciente recuperado de covid-19 y vamos a poder trabajar en eso para el bene­ficio de nuestros pacientes”, explicó Magdalena Insfrán, encargada del banco de san­gre del hospital.

La profesional destacó el noble gesto del médico y agra­deció el apoyo de la ciudada­nía al personal de blanco, en el marco de la lucha contra la pandemia. Resaltó también que la donación es un gran paso, ya que será de mucha ayuda para los pacientes gra­ves.

“Si Dios nos apoya vamos a tener muchos donantes para poder salvar más vidas y recuperarnos de esta pan­demia. Contamos siempre con el apoyo de todos y nue­vamente gracias”, agregó.

La terapia con plasma de personas convalecientes, aquellas que se recupera­ron de la enfermedad, es un tratamiento experimental que varios países están uti­lizando para los que pade­cen la enfermedad, según el Ministerio de Salud Pública.

El lavamanos portátil es más cotidiano en Paraguay que en EEUU y Europa. La curadora de arte e investi­gadora Lía Colombino pre­guntó a sus contactos inter­nacionales en Facebook si en sus países también usan los lavamanos portátiles en los comercios, tal como se ve en Paraguay. Las respuestas fueron sorprendentes.

“Vivo en Buenos Aires y aquí no vi nada de esto. Solo dis­pensers con alcohol en gel”, fue una respuesta. “No, aquí en Virginia, EEUU, solo alco­hol en gel”, dijo otra persona. “Aquí en el Brasil solo encon­trás tótem de alcohol en gel”, agregó una tercera.

“En Sídney, dispenser de alcohol en gel, toallitas con alcohol”, informó otro con­tacto. “No he visto por Lon­dres. Solo porta gel. Exce­lente idea”, señaló una mujer; también de Inglate­rra: “Acá en Londres nada lastimosamente”.