Hasta febrero las arcas del Instituto de Previsión Social (IPS) recibían 39 millones de dólares estadounidenses con los que podría afrontar sus gastos rígidos, que superan los 23 millones de la misma moneda, informó ayer Pedro Halley, su gerente de Prestaciones Económicas, en una entrevista televisiva. Con la puesta en marcha de la cuarentena para evitar la propagación del coronavirus, el freno en la actividad económica determinó que se recauden solo 22 millones de dólares, insuficientes para hacer frente a los salarios del personal y las prestaciones médicas que brinda la entidad.
“Si dejamos las cosas así y nos quedamos en la inercia de no hacer nada, esto va a afectar al servicio de salud. Después de la crisis del 90 con la caída de los bancos, esta es la peor catástrofe”, le dijo al programa “La Lupa” de Telefuturo. El funcionario dijo que se analizan formas de financiamiento, tras el fracaso del intento del senador colorado Silvio Ovelar de intentar obtener recursos de los fondos jubilatorios: “Con el retiro del proyecto queda otra alternativa y es que el Estado complete su deuda, y el ministro de Hacienda, Benigno López, ya analizó el pago de US$ 150 millones, que servirían para tres meses del servicio de salud”, señaló. También, expuso para tranquilizar que los fondos jubilatorios están bien protegidos.
Adelantó que se analizan herramientas financieras con los bancos de plaza y alternativas de pagos diferidos con proveedores, además de algún ajuste en la gestión económica del propio IPS. Recordó que el IPS estuvo además desembolsando subsidios a los empleados suspendidos que en la semana habrá un segundo pago, que involucrará a 88.034 trabajadores.
Mencionó a su vez que depende del comportamiento de la curva de desempleo para otorgar un tercer o cuarto pago, inclusive, de la compensación económica establecida en la Ley de Emergencia. Ratificó que aún hay una importante disponibilidad de los US$ 100 millones previstos para el efecto.