El Ministerio de Tecnología y Comunicación (Mitic), a cargo de Alejando Peralta Vierci, había concretado en menos de una semana la adjudicación y la firma del contrato con la empresa Celexx SA, cuyo primer desembolso de US$ 2,4 millones se efectuó el 16 de enero del año pasado.
El proyecto, que según el cronograma debió haber sido entregado “llave en mano” en noviembre del año pasado, pretendía implementar una robusta red de fibra óptica a nivel nacional para conectar a internet a las escuelas, hospitales y comisarías. Una de las primeras medidas adoptadas por el Gobierno en el marco de la contingencia por el coronavirus fue la suspensión de clases en escuelas y colegios de todo el país.
La situación hoy afecta a cerca de 1.200.000 niños y jóvenes que corren el riesgo de perder el año lectivo ya que no existen condiciones para desarrollar clases virtuales.
El ministro de Educación Eduardo Petta, acusado desde varios sectores por su falta de liderazgo en medio de esta crisis, apeló a que las telefónicas liberen internet para las clases virtuales. Petta pidió solidaridad a las empresas telefónicas que operan en el país para que las clases virtuales lleguen a niños y jóvenes durante la cuarentena.
El equipo de La Caja Negra denunció en diciembre pasado que el proyecto adjudicado a Celexx sufría de importantes retrasos en su ejecución pese a los jugosos adelantos ordenados por Peralta Vierci. Actualmente se encuentra paralizado pese a estar 90% pagado.
El propio Peralta Vierci admitió que el proceso se orientó para que la marca Huawei se quede con la licitación de 12 millones de dólares. El ministro se excusó alegando una supuesta dependencia tecnológica y la supuesta necesidad de garantizar la compatibilidad de los equipos.