Unos 2.400 paragua­yos ya ingresaron al país desde que se estableció la cuarentena para mitigar la propagación del coronavirus, de los cua­les el 85% lo hizo desde la frontera con el Brasil, por el Puente de la Amistad, con­firmó el embajador Federico González, ministro asesor de Asuntos Internacionales de la Presidencia de la República.

En la madrugada de este mar­tes, 108 connacionales llega­ron hasta la zona primaria del paso fronterizo en Ciudad del Este, y otros 56 compatriotas ingresaron de la Argentina. De estos 2.400 connacio­nales, que fueron llevados a algún albergue distribuido en el territorio nacional, actual­mente están 1.500 personas cumpliendo la cuarentena obligatoria, y otras 600 ya concluyeron satisfactoria­mente, que fueron llevadas hasta sus ciudades y sus res­pectivos domicilios.

Actualmente, el pedido de ingreso de más compatrio­tas supera ampliamente las posibilidades, reconoció el ministro en conversación con Radio Nacional del Paraguay. “Todos los días llegan entre 150 a 180 compatriotas en el Puente de la Amistad, en pro­medio, y hay paraguayos en todas partes del mundo que desean volver, pero la prio­ridad son los casos humani­tarios y de vulnerabilidad. Niños y mujeres primero”, afirmó.

Si bien el pedido de las auto­ridades nacionales es que los compatriotas que puedan seguir viviendo en el exte­rior permanezcan aún, hay muchos que desoyen e inten­tan ingresar. Aun así “todos los que llegan al Puente de la Amistad tienen alimentación, agua y sanitario; los hacemos ingresar de alguna manera con mucho esfuerzo y sacri­ficio, pero al día siguiente es la misma historia”, alegó.

Confesó que actualmente tra­bajan en coordinación con Argentina y Bolivia y que esa labor permitió que 60 compa­triotas que estaban en el Hos­pital Garrahan hayan ingre­sado hace una semana. Este martes, 56 connacionales provenientes de la provincia Río Negro también pudieron volver al país. Hay personas de Bolivia, Colombia, Perú, Chile, Estados Unidos, España y otros países europeos, tam­bién de Asia y hasta en Indo­nesia están quienes quieren volver, indicó el ministro.