El ministro del Interior, Euclides Acevedo, señaló ayer que la Policía Nacional no va a reprimir ningún esta­llido social –aunque duda que ocurra– y lo único que lo hará renunciar será que intenten silenciarlo o lo obliguen a “reprimir al hambriento”. Lo dijo en Abc TV.

Agregó que en reiteradas ocasiones pidió al equipo del Ejecutivo que se deje de lado la burocracia y la moderni­zación para llevar asisten­cia real a quienes necesitan sobrevivir durante esta cua­rentena.

“Que lleguen los famo­sos Pytyvõ y Ñangareko”, exhortó. En ese sentido, tam­bién cuestionó que se utilicen los medios tecnológicos para brindar esta asistencia. Para el ministro del Interior la entrega de la asistencia social se debería haber hecho a tra­vés del intendente, la policía y la gente de la parroquia, porque ellos son los que real­mente conocen quiénes es la necesitan. “Hay una contra­dicción entre la moderniza­ción del Estado y la urgencia social”, resaltó el ministro del Interior.

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En otro momento, también aseguró que solo dos cosas lo harán renunciar: por un lado, que intenten obligarlo a reprimir una manifestación social, aunque acotó que duda que eso pase. Por otra parte, dijo que el día que le “pongan un bozal” e intenten callarlo se irá “directo a su casa”.

También recalcó que duda que se registre un estallido social, pero le sigue preo­cupando la lenta llegada de la asistencia. “Estoy casi seguro de que a ese estallido no vamos a llegar”, dijo. Pero resaltó que detectaron varios políticos que intentan apro­vecharse de esta situación para hacer campaña o poner “nafta al incendio”.

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