Ciudad del Este. Agencia Regional.
“Todos los días estamos haciendo en cada calle, hoy hicimos en dos calles, una de ellas fue en mi casa, hacia la escuela Paz y Esperanza también hizo otro grupo, así nos estamos organizando, demasiado contentos estamos, de tanto que me alegré lloré mucho hoy”, contó Dolorina Mora, de la zona de la Capilla San Pedro, en el barrio Santa Ana de Ciudad del Este. Ella contó que el viernes llevaron la comida a domicilio a setenta casas para evitar la aglomeración y con emoción cuenta que “mañana volveremos a hacer, ya tenemos los ingredientes”. Ayer hicieron “una especie de guiso de fideo”, según doña Dolorina, y repartieron unos 300 platos aproximadamente.
Esta es la misma realidad en la mayoría de los barrios periféricos de las ciudades del área metropolitana del Alto Paraná. En Ciudad del Este, Presidente Franco, Hernandarias y Minga Guazú se conocen de las mismas iniciativas para ayudar a las familias de escasos recursos y que en esta paralización por la emergencia sanitaria ya no pueden lograr llevar a casa el sustento diario.
En el barrio San Roque, un grupo de nueve mujeres organiza desde siempre ollas comunitarias los viernes con sus propios aportes. Silvia Rotela es una de ellas y en su casa se realiza la elaboración de los alimentos. Contó que desde el inicio de la emergencia sanitaria, una persona por cada familia viene a su casa a retirar la comida. Esta vez vinieron menos, quizás tengan miedo, refiere ella, indicando que entre cuarenta y setenta familias suelen recibir de la olla comunitaria de su casa.
Silvia mencionó que ayer no hicieron para el almuerzo, pero con la ayuda de sus hijos ella logró preparar treinta bolsas de alimentos y distribuyó a las familias que más necesitan. “Harina, yerba, arroz, azúcar, fideo, sal, coquito, un kilo cada uno más un litro de aceite y leche tenían nuestros kits, no es mucho, pero puede ayudar”, manifestó la señora Silvia. Informó que trabaja para la Pastoral Social y como a su sector no llegaron todavía los kits de la Municipalidad de Ciudad del Este, decidió hacer su propio aporte.
En el mismo barrio, muy cerca de la casa de Silvia, en otras dos calles también hicieron ollas comunitarias para las familias con más necesidades, contó la citada pobladora, confirmando que es una actividad común estos días de falta de recursos en más hogares que los habituales.
En torno a las parroquias y capillas se organizan las comunidades barriales y se buscan los apoyos en aportes económicos o en productos alimenticios para la elaboración de los alimentos. En la mayoría de los casos son los mismos vecinos los que se ayudan para hacer llegar los platos de comida a las personas con más necesidades, de acuerdo con los relatos de la gente consultada.