La medida sanitaria y la restricción horaria que se implementan en el país a causa de la pandemia del coronavirus afectan en gran parte a los comerciantes del Mercado Nº 1. Algunos incluso optaron por cerrar, mientras que otros recurren a usureros con intereses muy altos, según comentaron en diálogo con Universo 970 AM.
Las ventas cayeron considerablemente desde que se implementaron las medidas sanitarias y la restricción horaria de 20:00 a 4:00. Por esa razón, varios locales del Mercado Nº 1 tomaron la decisión de cerrar sus puertas, mientras que algunas vendedoras hacen frente a la crisis económica.
Para paliar la situación y poder saldar deudas recurren a los préstamos de usureros con intereses muy elevados. Por ejemplo doña Chela, quien tiene un puesto de comida con tres personales a los que paga por día.
“Con usureros enfrentamos la crisis porque no hay nada, hay poca venta y no cerramos porque trabajan conmigo mujeres que son madres solteras; además, ellos (usureros) no te esperan y nos cobran 320 mil guaraníes el interés por cada millón”, explicó la mujer.
La comerciante enfatizó que ningún banco quiere darles préstamos, por lo que no tienen opción y recurren a los usureros, que les cobran 50 mil guaraníes por día. Comentó a su vez que a causa de la restricción horaria las ventas también se vieron afectadas porque de madrugada tenían clientes que hacían sus pedidos.
“La financiera o banco nos piden hasta la cédula de tu abuela muerta; sin embargo, los usureros nos hacen firmar pagarés y en el momento nos dan la plata. Bicicleteo con los pagos y vamos a ver hasta dónde aguantamos”, expuso reclamando algún auxilio de parte de las autoridades económicas para los trabajadores informales.
Sería una iniciativa parecida a la llevada adelante por el Instituto Nacional de Cooperativismo (Incoop), que estableció una “medida excepcional de apoyo a sectores afectados económicamente por la propagación del COVID-19”. El documento ordena considerar la situación especial de los socios en mora, cuyos ingresos hayan sido afectados por el riesgo de propagación del coronavirus, hasta el 31 de diciembre con un período de gracia de hasta un año para la amortización de capital e intereses.