Conforme a las estadísticas, lo que se teme es a la incapacidad de atención a los pacientes en riesgo, como lo son los que poseen cuadros cardiovasculares. “El Paraguay no está preparado para la pandemia del coronavirus (COVID-19). Estamos en realidad aprendiendo mucho de todo esto y lamentablemente lo tenemos que hacer de manera acelerada. Lo primero que hay que decir es que no parece ser homogéneo el comportamiento del virus en los diferentes países”, indicó el doctor Miguel Quintana, médico cardiovascular del sanatorio Migone, respecto a la comparación de parámetros. Explicó que en cada país puede haber por ejemplo mayoría de hipertensos, lo cual no significa que este parámetro se repita en otros con más pacientes oncológicos o diabéticos.
“Al principio se trataría de un problema de gestión médica o calidad. Sin embargo, se están viendo en países de primer mundo. Cuanta más población esté afectada, va a depender de la vulnerabilidad que tenga cada país”, explicó en contacto con Universo 970 y GEN. En otras palabras, si un grupo adquiere y en él se halla una mayoría de cardíacos, por supuesto según esa variable afectará a los que tengan esa patología base. Ocurrirá igual con cada muestra. Es solo una cuestión estadística.
“Según estudios, los pacientes con problema cardiovascular son los más vulnerables, esto debido a una enzima cercana al pulmón, donde raya el virus. No obstante, esto dependerá de la condición de cada persona y si tiene antecedentes cardiovasculares”, manifestó. Sugiere no suspender los fármacos, puesto que descartó teorías que afirmaban que se debían suspender los fármacos. En otro punto, dijo que se desconoce la capacidad de supervivencia del virus en el calor, ya que no existe argumento científico.
“Se estima que el 20% de todos los infectados de un país van a necesitar hospitalización por agravamiento de un cuadro respiratorio y aproximadamente un 5% va a necesitar una internación en estado crítico y eso supera lejos nuestra capacidad en el país. No nos podemos dar el lujo de tener un pico. Tenemos mucha gente enferma y pobre en el país”, resaltó.
Recordemos que un poco más de 700 camas no llegan a la posible demanda y los cuidados en la UTI representan cerca de US$ 5.000 por día en un sanatorio privado.
“Lo que me preocupa es que seguimos teniendo casos de dengue y hay muchas veces superposición de enfermedades estacionales como la influenza, entonces estamos un poco retrasados con la vacuna en la región que bien vendría disponer en la brevedad posible”, aseveró.