Los sistemas sanitarios de varios países extremaron recursos para evitar que el COVID-19 sumara muchas más víctimas mortales. Además de las básicas recomendaciones de evitar saludarse con las manos o el lavado frecuente de ellas, taparse la boca con el codo, etc., cuatro naciones sobre­salen por sus acciones afectivas: China, Corea del Sur, Singapur y Taiwán.

LUCHA CONTRA EL CORONAVIRUS

CHINA

• Aisló varias ciudades, la prime­ra Wuhan.

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• Cuarentena de más de 60 millones de personas en Wenzhou, Hangzhou, Ningbo y Taizhou.

• Cortó medios de transporte en y entre ciudades.

• Ordenó cierre de lugares públicos.

• Construyó hospitales en menos de una sema­na para atender la emergencia.

• Canceló celebraciones, como la del Año Nuevo Lunar.

• Implementó restricciones de viaje.

• Envió suministros para evitar escasez en supermercados.

• Norma: una sola persona por familia podía salir de la casa cada dos días.

• Programa de control y vigilancia masiva de sus ciudadanos.

• Ayuda a grandes empresas tecnológicas para implementar sistemas para contener la epidemia.

• Asignó a cada ciudadano un código QR: verde, amarillo o rojo que determina si debe estar en cuarentena, si puede viajar en metro o si puede entrar en otros espacios públicos.

• Amarillo o rojo se da a los que tuvieron con­tacto con infectados, que visitaron una zona de riesgo o que presentan síntomas.

• Cruzamiento de datos de salud para reservas de hoteles, aviones, trenes, etc. Es imposible moverse sin mostrar el código.

• Vigilancia masiva con reconocimiento facial, incluso a los conductores, para controlar destinos.

• Aplicación de inteligencia artificial para identi­ficar a la gente, aunque lleve máscaras.

• Implementó una app para más de 50 millones de alumnos para que no acudan a los centros educativos y evitar el contagio

COREA DEL SUR

• Adelantó una campaña agresiva para combatir el virus.

• Enfocó todo su sistema de salud para diagnosticar tempranamente el virus en los ciudadanos de zonas críticas.

• Utilizó su preparación previa del año anterior, cuando enfrentó la amenaza del MERS.

• Amplia red de diagnóstico para detectar el virus. Para ello habilitaron al menos 500 clínicas fijas y ambulantes.

• La detección temprana evitó la internación masi­va de pacientes.

• Control de entre 10 mil y 15 mil personas por día.

• Adquirió insumos, como mascarillas, desinfectan­tes, oxígeno y equipos de respiración asistida, con lo que logró retrasar la propagación y aumentar la capacidad de sus unidades de vigilancia para atender 15% de infectados que tienen dificultad respiratoria.

• Las personas son rastreadas a través de imágenes de videovigilancia, de su carta bancaria o de la situación de su teléfono celular.

• Implementó una app en Android y iOS para personas con síntomas. Registra sus datos y pide realizar el test de coronavirus. Evita colapso de llamadas.

• Cuando la persona registrada pide hora, acude en coche a un “drive in,” y sin bajar y en 5 minutos le realizan un raspado nasal.

• Evita el sistema de ambulancias y elimina el ries­go de contagio de los enfermeros. A las 24 horas la persona recibe en su móvil los resultados del test. Si es positivo se le exige una cuarentena obligatoria en su domicilio de 15 días.

• Con la información de la app realiza desinfeccio­nes exhaustivas con el ejército.

SINGAPUR

• Control de temperatura en el aeropuerto.

• Aislamiento en un hospital a los viajeros con signos de neumonía.

• Cuarentena obligatoria a sospechosos proce­dentes de China.

• Control de entrada en todos los puntos de acceso terrestres y marítimos.

• Ordenó a padres declarar sus planes de viaje y monitorizar el estado de salud de sus hijos.

• Control de temperatura en edificios ocupados por trabajadores extranjeros.

• Desinfectantes para usuarios en empresas de transporte.

• Limitó a 2 personas las visitas a hospitales. Prohibió visita de niños en centros sanitarios.

• Recomendó evitar viajes a China.

• Vacaciones de 14 días para personas pro­cedentes de China que trabajen con niños, mayores o enfermos.

• Cuarentena en residencias universitarias.

• Protocolos de limpieza y desinfección de los lugares donde se detectaron casos.

• Subvención para todos los autónomos a los que se obligó a hacer cuarentena.

• Distribución de 4 mascarillas a cada familia.

• Monitoreo de personas que entraron en contacto con viajeros de China.

• Baja médica de 5 días a los que presentaron síntomas de enfermedad respiratoria.

• Cuarentena domiciliaria bajo pena de sanción económica en caso de incumplimiento.

• Multas de hasta US$ 10.000 o condenas de 6 meses de prisión a los que no cumplan.

• Prohibición de entrada desde Corea del Sur, Irán y norte de Italia.

• Ubicación del ciudadano a través del teléfono.

TAIWÁN

• Se adelantó a la epidemia.

• En enero estableció un Centro Central de Comando Epidémico para comunicaciones rápidas.

• Fijó precio de máscaras y usó personal militar para aumentar la producción de ellas.

• Control fronterizo: aire y mar.

• Identificación de casos utilizando nuevos datos y tecnología.

• Educación del público y la lucha contra la infor­mación errónea.

• Negoció con otros países y formuló políticas para que las escuelas y las empresas obedezcan.

• Integró su base de datos de seguros de salud nacionales con su base de datos de inmigración y aduanas para crear un big data de análisis.

• Utilizó escaneo de códigos de Respuesta Rápida (QR).

• Informes en línea del historial de viaje y los síntomas de salud.

• Pase fronterizo de declaración de salud por mensaje de texto para una autorización de inmigración más rápida.

• Los viajeros a zonas de alto riesgo fueron pues­tos en cuarentena en sus casas y rastreados a través de sus teléfonos móviles.

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