Liz Romero, oriunda de Eugenio A. Garay, departamento de Guairá, dio un giro a su vida de ama de casa y actualmente se dedica a la plomería, apoyando a la Junta de Saneamiento de su comunidad. A través del proyecto Y Kuaa, Liz participó en una serie de talleres de plomería y fue seleccionada como formadora para replicar estos talleres en otras comunidades.
Si bien, al principio, tenía dudas para incursionar en esta área, clásicamente atribuida a los hombres, fue su hija de 8 años quien la impulsó. De este modo encontró una profesión que le apasiona y que logró empoderarla como miembro destacado de su comunidad.
“Las mujeres están felices; en sus mismas casas van a aplicar esos conocimientos y van a ahorrar más. Antes sí o sí teníamos que llamar a un plomero para que arreglara el desperfecto, por más mínimo que fuera”, reflexionó Liz.